Caracas, (Especial/AA).Ramon Porras Benitez, de 28 años de edad, trabajador de Corpoelec, fue asesinado este lunes cuando iba en una unidad identificada de la compañía de suministro de energía eléctrica por La Pastora y una pareja de motorizados lo interceptó para despojarlo de su equipo de telefonía celular.
El operador de sistema eléctrico estaba cumpliendo con sus servicios. Se trasladaba en el asiento del copiloto de un vehículo identificado con el emblema y nombre de Corpoelec. Para el momento en que fue interceptado sostenía su celular en manos porque se disponía a realizar una llamada.
El parrillero de la moto que se detuvo junto al vehículo oficial le pidió el teléfono mientras lo apuntaba. Aunque la víctima le entregó el equipo sin resistirse el sujeto que empuñaba el arma de fuego le disparó. El proyectil le impactó en un costado pero le alcanzó el corazón. Murió al instante.
Héctor Blanco, esposo de una prima del operador de Corpoelec, denuncio que en el país existen niveles elevados de impunidad. Dijo que los delincuentes manejan altas sumas de dinero con el que pagan la justicia porque se transan con las autoridades y siguen libres. «Matar en Venezuela es muy fácil. Para ellos eso es un trofeo. Estamos en un país sin ley. Ya es algo raro ver a una familia venezolana que no haya sido víctima de la violencia», comentó.