El Diputado a la Asamblea Nacional Miguel Ángel Rodríguez, advirtió que el valor del bolívar sufrirá una «caída mortal frente al dólar, muy pronto», luego que el Ministro de Finanzas obviara ante la plenaria del Parlamento, mencionar la tasa de cambio con la cual han elaborado el proyecto de presupuesto 2014.
«Saludo el tono respetuoso del Ministro y hasta la sinceridad de confesar la grave orden superior que literalmente lo desautorizaba a señalar cuál fue la relación dólar-bolívar que consideraron. Igualmente me veo obligado a recordar que hace un año Jorge Giordani nos dijo que tendríamos un dólar en 4.30 y que la inflación rondaría el 16 por ciento. La realidad ha sido el desastre que ahora el alto gobierno llama guerra económica y que no es otra cosa que la consecuencia de lo que el propio Merentes confesaba hace un mes: que la revolución ha fracasado en su estrategia económica».
Rodríguez dice lamentar que en vez de haber tomado la vía de la rectificación, en la que parecía estar encausado Nelson Merentes, hablando con los empresarios e industriales a los que el «desmadre cambiario» a golpeado en sus posibilidades de producir alimentos y otros bienes; el gobierno haya optado por profundizar la senda de la violencia, la amenaza y la siembra de desconfianza para «sacudirse la culpa propia sobre la grave inflación y el agobiante desabastecimiento. Pero esto no resolverá el problema y ya lo veremos con la pérdida dramática del valor de un bolívar al que irónicamente llamaron fuerte».
Para Rodríguez este proceso al que llama «despeñadero de la economía familiar», que ha pasado a depender más que nunca del dólar, dada la dependencia de las importaciones, comenzó en el momento del traspaso del primer millardo desde el Banco Central al gobierno nacional, para lo cual hubo de reformarse la ley del ente emisor.
Desde entonces, sentencia, es mucho lo que se habría de investigar sobre los centenares de millardos que salieron del Banco Central que, además, perdió su misión de proteger al bolívar y las reservas internacionales.
«Si hay algún empresario que practique la usura, el acaparamiento y la especulación, pues que sea transparente y debidamente procesado. Pero no puede quedar sin castigo y carente de rectificación el grupo político y el plan causante de que el bolívar ya casi llore de pena por su devaluación frente a casi todas las monedas del mundo. Mismo llanto del salario venezolano frente a la escasez y la inflación».