El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció ayer que sufrió un desgarre fibrilar de primer grado que le impedirá temporalmente jugar al fútbol, su deporte favorito
En un acto deportivo en un coliseo de La Paz, Morales dio en un discurso la «mala noticia» de su lesión sin precisar cuál de sus piernas resultó afectada en un partido jugado el martes.
El mandatario bromeó con que su ausencia de la canchas puede ser aprovechada por el gobernador de La Paz, el oficialista César Cocarico, que encabeza un equipo que enfrentará al presidencial en un partido a propósito de la inauguración de obras en ese coliseo.
«Lamento mucho este problema, momentáneo, yo diría», dijo el mandatario, conocido por su afición a este deporte que juega a menudo en diversos actos oficiales por el país y para inaugurar las decenas de campos deportivos que financia su Gobierno.
A Morales también le gusta practicar el fútbol durante sus visitas a otros países, en las que un hueco de su agenda suele estar reservado para jugar partidos amistosos con la comunidad boliviana, o para visitar estadios de esos lugares.
Agencias