Con la muerte de Manolo Escobar se va la banda sonora de toda una época, la de la España del desarrollismo, de la copla y el pasodoble, la del 600 y la minifalda, una voz que acompañaba los tórridos veranos de Benidorm y las fiestas de los pueblos, con sus tardes de sol y toros.
«Que viva España», «Mi carro», «La minifalda», «Viva el vino y las mujeres», «Madrecita María del Carmen», el «Porompompero»,… son algunas de las canciones de Manolo Escobar que traspasaron fronteras y que ayudaron a acuñar la famosa frase «Spain is different» (España es diferente), un slogan que acompañó al país durante décadas, y de la que parece que hoy todavía no se ha podido desembarazar del todo.
Manolo Escobar era el cantante popular, el cantante querido por el pueblo llano y toda una radiografía de la España de los años 60 y 70.
Para algunos fue un símbolo de la España acomodaticia al franquismo, algo de lo que él renegó siempre, ya que reiteraba que no le interesaba nunca la política. Pero, para otros, simplemente, fue la voz de la España que quería salir del blanco y negro y que comenzaba a atisbar el color.
Una mirada que reunía o amplificaba la de todos aquellos «machitos» que observaban de reojo las largas piernas que dejaban ver las minifaldas de las turistas suecas y su comportamiento libertario, o la de los novios a los que no les gustaba que su chica se pusiera minifalda para ir a los toros.
Manolo Escobar tenía un aire de buonomía e ingenuidad que caracterizaba a muchos de los españoles de la época (con sus patillas, pantalones de campana y camisas entalladas de grandes cuellos) que no querían meterse en política y que se trasladaron desde los pueblos a las grandes capitales en busca de un futuro mejor.
Unos españoles que querían pasar del Seat 600, al 850; después al 124, al 1500 o al Renault 12, hasta llegar al Mercedes, que veían a Massiel en Eurovisión, iban a Galerías Preciados y brindaban el año nuevo con sidra-champán El Gaitero. Manolo Escobar podría ser el «Cuéntame» sonoro.
Cantante, actor, presentador, pintor y coleccionista de arte, el artista nació en El Ejido (Almería), toda una premonición, ya que de ser un pueblo sin nada y pobre hoy se ha convertido en uno rico y próspero, algo que podría haber ido en paralelo con la propia vida del cantante.
Una circunstancia que también era muy común a muchos de los actores, cantantes y cómicos españoles coetáneos al artista y que empezaron a despuntar en la época, como Raphael o Lina Morgan.
Manolo Escobar comenzó en la radio en Barcelona en 1955, junto con sus hermanos Baldomero y Salvador, tocando la guitarra y cantando; luego vendrían las bodas y comuniones, tablaos, farolillos, el cine y las variedades… y el éxito profesional y familiar, con su compañera eterna, Anita, y su hija Vanesa, que le hizo abuelo.
Escobar puso mucha coherencia en su vida, y nunca se le fue la cabeza, y es que ya lo dijo Raquel Meller cuando se le cruzó en un camerino: «Muchacho, tu llegarás…».
EFE