La jefa de Estado dijo que su propuesta ahora puede ser reforzada por países como Francia y Alemania, que, según denuncias surgidas en la última semana, también fueron blanco del espionaje electrónico y telefónico por parte de NSA
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, insistió este jueves en su propuesta para que la ONU adopte un marco civil internacional para proteger la privacidad de los usuarios en internet tras las denuncias de que Francia y Alemania también fueron víctimas del espionaje estadounidense.
«Defendemos, como ya lo hice ante la ONU, la adopción de un marco civil multilateral para reglar el uso de la internet, lo que implica en una discusión mundial sobre la protección de los datos en internet para impedir que cualquier acción de combate al terrorismo sea usada como disculpa para una guerra cibernética», afirmó la mandataria en una entrevista a una red de radios brasileñas.
La jefa de Estado dijo que su propuesta ahora puede ser reforzada por países como Francia y Alemania, que, según denuncias surgidas en la última semana, también fueron blanco, como Brasil, del espionaje electrónico y telefónico por parte de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés).
«Francia va a pedir que la Cumbre de la Unión Europea discuta el asunto y (la canciller de Alemania, Angela) Merkel está cuestionando de forma clara esa violación a su propio (teléfono) celular», afirmó Rousseff.
Solidaridad de los vecinos
De acuerdo con la gobernante, Brasil recibió la solidaridad de sus socios en el Mercosur cuando protestó por haber sido víctima del espionaje estadounidense y «esta semana varios líderes mundiales se manifestaron de forma dura» sobre el asunto.
Rousseff recordó que, en la visita que hizo recientemente a Brasil, el presidente de la Corporación para la Atribución de Nombres y Números para la Internet (Icann), Fadi Chehadé, apoyó la propuesta brasileña para reglar la red y anunció la realización de un foro global en el país en abril de 2014 para discutir el asunto.
El gobierno alemán informó esta semana de que el teléfono celular de Merkel pudo haber sido pinchado por la NSA, en tanto de que documentos citados por la prensa francesa mostraron que la misma agencia espió 70,3 millones de llamadas y mensajes electrónicos en Francia.
Tanto Alemania como Francia protestaron formalmente y convocaron a consulta a los embajadores de Estados Unidos en sus países.
Documentos del exanalista de la NSA y extécnico de la CIA Edward Snowden, divulgados por la prensa brasileña en las últimas semanas, mostraron que EE.UU. espió las comunicaciones electrónicas y telefónicas de Rousseff y sus principales asesores, así como de la petrolera brasileña Petrobras.
Rousseff, quien postergó una visita de Estado que tenía programada para este mes a EE.UU., protestó en la Asamblea General de la ONU por ese caso de espionaje, que consideró «una violación» de la soberanía de su país, «una afrenta» y «una falta de respeto» que no puede justificarse en la lucha contra el terrorismo.
El Gobierno brasileño asegura que aún espera una explicación satisfactoria de Estados Unidos.
Agencias