El opositor Sergio Massa, de 41 años, exjefe de gabinete de Kirchner, fue no obstante el gran ganador de la elección, al sumar casi 3,8 millones, 43,92% de los votos, en la provincia de Buenos Aires, el distrito que nuclea 40% del padrón nacional de 30 millones de electores
BUENOS AIRES. La presidenta argentina, Cristina Kirchner, inicia la última etapa de su segundo gobierno que termina en 2015, con el poder acotado, tras haber sido derrotada en los mayores distritos en las legislativas del domingo, aunque conserva la mayoría en el Congreso.
El opositor Sergio Massa, de 41 años, exjefe de gabinete de Kirchner, fue no obstante el gran ganador de la elección, al sumar casi 3,8 millones, 43,92% de los votos, en la provincia de Buenos Aires, el distrito que nuclea 40% del padrón nacional de 30 millones de electores.
El adversario oficialista de Massa, el alcalde de Lomas de Zamora (periferia sur) Martín Insaurralde, de 43 años, obtuvo el segundo puesto con el 32,18% de los votos.
La fuerza más votada en todo el país fue gubernamental Frente para la Victoria, con 7,5 millones de votos, el 33%, lo que le permitirá contar, junto a sus aliados, con una mayoría de 132 bancas en la Cámara de Diputados (quorum con 129), según las proyecciones oficiales.
En tanto, en los ocho distritos en los que se eligieron senadores, el gobierno conservó las 11 bancas que ponía en juego en la Cámara alta, donde forma mayoría con tres partidos provinciales.
En estas elecciones se renovaron la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
Massa, alcalde de Tigre (periferia norte) le propinó un fuerte golpe al kirchnerismo en ese distrito clave (32,21%) lo que lo catapulta como uno de los presidenciables para 2015, con un discurso basado en la lucha contra la inseguridad, una de las mayores preocupaciones de los argentinos según sondeos.
«Los que piensan en 2015 le faltan el respeto a la gente», afirmó Massa este lunes, intentando diferenciarse de otros opositores que el domingo han lanzado su carrera a la presidencia para suceder a Kirchner dentro de dos años.
El diputado electo llamó a trabajar «contra la inflacion y la inseguridad, los problemas cotidianos de la gente», los dos principales problemas para los argentinos, según los sondeos, y principal caballito de batalla en su campaña electoral.
Además de la provincia de Buenos Aires, el gobierno fue derrotado en los otros más importantes distritos del país, como la capital, Córdoba, Santa Fe y Mendoza.
La mandataria perdió una parte del caudal de 11 millones de votos con los que fue reelegida en 2011 con el 54%, pero tiene enfrente varias fuerzas de oposición, en carrera hacia las presidenciales de 2015.
Kirchner, de 60 años, fue la gran ausente en el tramo final de la campaña ya que está en reposo absoluto desde el 8 de octubre cuando fue operada de un traumatismo craneal.
Rompecabezas incierto
La presidenta «se está preparando para volver con toda la fuerza para seguir conduciendo este proyecto», dijo la noche del domingo el vicepresidente Amado Boudou, a cargo del Ejecutivo.
En tanto, Agustín Rossi, ministro de Defensa y exjefe del bloque kirchnerista en Diputados, destacó este lunes que el gobierno mantuvo sus bancas y que contará con «número suficiente para llevar adelante sus inciciativas», en declaraciones radiales.
Sobre las perspectivas para 2015, Rossi dijo que frente al oficialismo «hay un archipiélago opositor multipolar» y advirtió que «no alcanza con ganar un distrito, por más importante que sea» para aspirar a la primera magistratura.
En el búnker del gobierno, se celebró que el FPV «se haya consolidado como primera fuerza nacional después de todos estos años», dijo Boudou en alusión a los diez años de kirchnerismo que incluyen los gobiernos de Néstor Kirchner (2003/2007) y de Cristina Kirchner desde 2007, quien definitivamente no podrá aspirar a una segunda reelección consecutiva, vedada por la Constitución.
Además de Massa, en la línea de largada para la carrera presidencial también está el peronista Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires y aliado de Kirchner.
También el alcalde capitalino, el derechista Mauricio Macri, cuyo partido Pro volvió a imponerse en su distrito con 34,46% de los votos, pero que tampoco termina de hacer pie en el resto del país.
«En 2015 será la primera vez en más de una década en que la gente pueda votar a favor de alguien y no en contra de alguien», dijo Macri el lunes en rueda de prensa.
También se suman el socialista Hermes Binner, ganador en Santa Fe, tercer distrito electoral, con 42,38%, así como el radical Julio Cobos, exvicepresidente de Kirchner que se pasó a la oposición y obtuvo 47,73% en su provincia Mendoza (oeste), además del peronista disidente José Manuel de la Sota en Córdoba (centro).»Es cierto que hubo un triunfo particular en cada provincia, por lo que el futuro es un rompecabezas, en el que todos tienen una pieza, quizás Massa tiene dos piezas porque ganó en el distrito más grande», dijo a la AFP el analista Jorge Giacobbe (hijo).Sergio Berenzstein, director de la consultira Poliarquía, dijo que «dos años es mucho tiempo en Argentina para hablar de lo que va a pasar».
Massa necesita crecer
A nivel nacional, el Frente Renovador, que Sergio Massa formó hace apenas tres meses, no tiene por el momento otra representación fuera de la provincia de Buenos Aires y aparece como tercera fuerza detrás del kirchnerismo y de la Unión Cívica Radical más el Socialismo.
«Tenemos que hacer valer los millones y millones de votos que nos transformaron en la primera fuerza política dentro de la provincia de Buenos Aires y que nos obligan a empezar a cruzar la frontera y a recorrer la Argentina», afirmó Massa en su discurso de la victoria, proyectándose como figura nacional.
El radicalismo socialdemócrata junto al socialismo lograron en todo el país 4,8 millones de votos, el 21,35% de los votos.
AFP