La segunda audiencia a la que asistía el expresidente peruano Alberto Fujimori, acusado de financiar diarios sensacionalistas que insultaban y difamaban a los opositores a su gobierno (1990-2000), se suspendíó este lunes debido a su estado de salud, según dispuso el tribunal que lo procesa.
La decisión fue tomada por el tribunal que preside la magistrada Aissa Mendoza, por recomendación de los médicos que atienden al acusado, que señalaron que cada audiencia debe tener recesos de 15 minutos cada 45 minutos y con una duración total por sesión de no más de dos horas.
La siguiente audiencia fue programada para el jueves 7 de noviembre, por disposición del tribunal, completado por las magistradas Carolina Lizárraga y Avigail Colquicocha.
Ante el tribunal el exmandatario lució un mejor aspecto del que mostró en la primera audiencia el 17 de este mes, cuando apareció desgreñado, muy informalmente vestido, cabizbajo, despeinado y con un equipo médico con el que se midió la presión hasta tres veces.
Esta vez vestía camisa y suéter verde, sólo tenía en sus manos una libreta de apuntes, sin el medidor de presión que portaba días atrás.
El exmandatario sufre de hipertensión arterial y fue operado cinco veces para extirparle un mal canceroso en la lengua, que ya fue superado, según informes médicos.
«Hoy está más conforme y resignado, ha mantenido más serenidad», admitió su abogado William Castillo, quien negó que su primera presentación haya sido una táctica histriónica para tratar de impresionar y presentarse como víctima.
Medios de prensa señalaron que en la primera audiencia Fujimori montó un espectáculo que fue calificado por el procurador anticorrupción, Julio Arbizu, de «Fujishow».
La audiencia de este lunes coincidió con declaraciones de Fujimori publicadas por el diario Correo en las que sostuvo que es «un preso político y rehén de la clase política tradicional» y en que reconoce que «es una posibilidad» que nunca salga de prisión.
Tras la suspensión de la sesión judicial, el procurador Arbizu respondió a esas declaraciones y dijo que «en Perú no existen presos políticos».
En la próxima audiencia la fiscal Milagros Mora presentará formalmente la acusación contra Fujimori, de 75 años, quien cumple una condena de 25 años de cárcel por violación de derechos humanos y secuestro.
Mora pide que se le condene a seis años de cárcel por financiar con dineros estatales a los diarios sensacionalistas, conocidos como «prensa chicha», y al pago de una reparación civil de un millón de dólares.
El ex presidente ya tiene otras tres condenas que fluctúan entre 6 y 7 años por delitos de corrupción. En Perú no se acumulan las condenas y prevalece la mayor.
Fujimori comparecerá en la tarde del martes ante un magistrado de la Corte Suprema que debe decidir si le concede arresto domiciliario o lo rechaza, ante un pedido formulado por su abogado. El ministerio público sostiene que ese pedido es inadmisible.
AFP