El presidente sirio decretó la amnistía con la condición de que los infractores regulen su situación o se entreguen
DAMASCO. El presidente sirio, Bachar al Asad, decretó ayer una amnistía para los crímenes referidos al incumplimiento de la ley militar, entre ellos la deserción, con la condición de que los infractores regulen su situación o se entreguen.
Según la agencia oficial siria Sana, serán amnistiados todos aquellos que cometieron este tipo de violaciones de la legislación del servicio militar hasta el día de hoy, 29 de octubre.
Entre los delitos figura un amplio abanico que va desde un cambio en la dirección postal sin avisar a las autoridades, a las deserciones. La medida da un plazo de 30 días para regular su situación, por ejemplo, a aquellos soldados que no se presentaron ante su unidad militar o a los reservistas que no respondieron a su convocatoria.
En cuanto a los desertores que escaparon a juicio, se les exige que se entreguen a las autoridades en un plazo de 30 días si se encuentran dentro del país y de 90 si están fuera.
Al Asad ha decretado varias amnistías desde que comenzó el conflicto en Siria en marzo de 2011, aunque generalmente siempre ha excluido de las mismas aquellos que tuvieran «las manos manchadas de sangre».
Este indulto coincide con la visita a Damasco del mediador internacional Lajdar Brahimi, que prepara la conferencia de paz de Ginebra 2.
Agencias