El presidente de la República, Nicolás Maduro, resaltó este martes que está muy bien encaminada la canonización y beatificación del doctor José Gregorio Hernández como santo.
«Yo sé que está bien encaminado la beatificación del Vaticano, porque el título ya lo tiene que fue dada por el pueblo de Dios», agregó el jefe de Estado durante un encuentro con los candidatos por el Gran polo Patriótico (GPP) a las alcaldías para las elecciones del próximo 8 de diciembre.
Venezuela inició en 1949 este proceso ante el Vaticano tras atribuirle varios milagros y en 1986 el papa Juan Pablo II lo declaró Venerable.
El mandatario nacional recordó que realizó la solicitud ante el Vaticano, en Roma, durante un encuentro que sostuvo con el papa Francisco hace varios meses.
«Hablamos de San Francisco Asis, su ejemplo y cómo debe marcar al mundo la nueva era cristiana: debe estar marcada por Jesucristo. Le regalé una estatuilla (de José Gregorio Hernández) hecha en madera por manos trujillanas», dijo.
Maduro agregó que luego en una carta respondió al Sumo Pontífice todas las inquietudes hechas sobre el Siervo de Dios.
«Sé que está bien encaminado la revalidación del título de nuestro gran santo de los humildes, Siervo de Dios, el venerable José Gregorio Hernández», agregó.
Ratificó que en el pueblo de Isnotú, estado Trujillo, ciudad natal del doctor José Gregorio Hernández, se construye un gran santuario para el venerable. Además recordó que la semana pasada estuvo en esta ciudad por el cumpleaños 149 del Siervo de Dios.
«Estuvimos en el sitio donde nació José Gregorio Hernández, recibimos la bendición, la sentimos, es un lugar muy especial. Allí vamos a construir un gran santuario porque José Gregorio Hernández es santo del pueblo», añadió.
Maduro aprobó este sábado 150 millones de bolívares para culminar la construcción del santuario. Precisó que estos recursos servirán para culminar todas las instalaciones del lugar, que incluyen un taller artesanal y un anfiteatro.
José Gregorio Hernández Cisneros nació en Isnotú, estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864. Fue un médico y científico venezolano, solidario con los más necesitados. Tanto, que muchos latinoamericanos lo consideran santo a pesar de no haber sido canonizado por la Iglesia Católica.
Murió en Caracas el 29 de junio de 1919, de forma trágica, al golpearse la cabeza con el borde de la acera, tras haber sido impactado por un automóvil, en la esquina de Amadores, en La Pastora. Sus restos reposan en la iglesia parroquial de La Candelaria, luego de haber estado por años en el Cementerio General del Sur.
AVN