«Esto es para ti, Boston, pasaron por muchas cosas malas este año», recordó Ortiz cuando recibió el trofeo de MVP (Jugador Más Valioso) aludiendo al atentando en el maratón.
Ortiz agregó después en la conferencia que «yo tengo que decir que Dios nunca deja solos a sus hijos. Esta es una ciudad que ya ha pasado por muchas situaciones. Incluso cuando las personas estaban tratando de hacer lo correcto otros hicieron lo contrario y lo inesperado aparece. Pero nosotros hemos hecho llegar el mensaje. Todos nos unimos¨.
Con certero pitcheo del veterano John Lackey (1-1) y bateo oportuno de otro estelar jugador, el jardinero Shane Victorino, los Medias Rojas vencieron 6×1 a los Cardenales en el sexto juego para coronarse campeones del ‘Clásico de Octubre’.
Este es el tercer título de los ‘patirrojos’ en la última década (2004, 2007, 2013) y el sexto en la historia de la franquicia, aunque la hazaña de levantar el trofeo en casa lo hacen por primera vez en 95 años, ya que la última vez que ganaron un clásico como anfitriones fue en 1918.
Las dos veces anteriores fueron de visitantes (Cardenales-2004 y Rockies-2007).
Los Medias Rojas también se convirtieron en el segundo equipo en ganar un ‘Clásico de Otoño’ después de haber quedado en el último lugar en su división en la campaña anterior. El primer equipo en lograr dicha hazaña fue los Mellizos de Minnesota en 1991.
Según el propio Ortiz, gran parte del éxito pertenece al mánager John Farrell, al decir que ¨primero que todo las cosas funcionan cuando se tiene un buen guía y eso es precisamente nuestro mánager, quien ha hecho un buen trabajo con todos nosotros¨.
La serie arrancó mal para los Cardenales, que en el primer juego fueron arrollados 8×1 en gran parte gracias a tres errores y un ‘wilpitch’ que le costaron muy caro.
El tercer partido creó una cierta polémica ya que se decidió a favor de los ‘pájaros rojos’ 5×4 por una interferencia a un corredor que iba para la goma, pero el cuarto y el quinto fueron dignos de una Serie Mundial de suprema calidad.
Aunque los Cardenales no supieron sacar provecho a su condición de locales -perdieron dos de tres en casa-, no se puede decir que los juegos cuatro y cinco no estuvieron a la altura de un evento como éste.
Los Medias Rojas ganaron el domingo 4×2 y el lunes 3×1 y la serie perdió de nuevo el encanto en el sexto, cuando los ‘patirrojos’ se coronaron luego de una aplastante victoria de 6×1.
Los Cardenales estuvieron erráticos en el último encuentro, pues a pesar de batear un hit más que los Medias Rojas (9×8) no pudieron conectar el batazo oportuno cuando tenía hombres en bases.
El conjunto de St. Louis dejó en ese encuentro a nada más y nada menos que 10 corredores en circulación. Es cierto que el pitcheo ‘patirrojo’ supo meter el brazo cuando hacía falta, sobre todo el dúo japonés de Junice Tazawa y Koji Uehara (cerrador).
No obstante, los Cardenales se llevan algo positivo pese a la derrota: los brazos jóvenes que tienen entre su rotación y el bullpen.
El segundo juego, que ganaron 4×2, fue precisamente gracias a esos bisoños y talentosos lanzadores.
Los abridores Michael Wacha y Joe Kelly, así como los relevistas Trevor Rosenthal -cerrador- y el dominicano Carlos Martínez estarán más curtidos en la próxima campaña.
Los Cardenales jugaron su decimonovena Serie Mundial y buscaban su duodécimo trofeo.
Ellos se habían titulado en los «Clásicos» del 2006 (vs Tigres) y 2011 (Rangers), en el último en una de las mejores Series Mundiales de los últimos tiempos, ya que estuvieron al borde de la eliminación dos veces (a un out) en el sexto partido, pero finalmente se impusieron y después ganaron el séptimo encuentro.
AFP
«Esto es para ti, Boston, pasaron por muchas cosas malas este año», recordó Ortiz cuando recibió el trofeo de MVP (Jugador Más Valioso) aludiendo al atentando en el maratón.
Ortiz agregó después en la conferencia que «yo tengo que decir que Dios nunca deja solos a sus hijos. Esta es una ciudad que ya ha pasado por muchas situaciones. Incluso cuando las personas estaban tratando de hacer lo correcto otros hicieron lo contrario y lo inesperado aparece. Pero nosotros hemos hecho llegar el mensaje. Todos nos unimos¨.
Con certero pitcheo del veterano John Lackey (1-1) y bateo oportuno de otro estelar jugador, el jardinero Shane Victorino, los Medias Rojas vencieron 6×1 a los Cardenales en el sexto juego para coronarse campeones del ‘Clásico de Octubre’.
Este es el tercer título de los ‘patirrojos’ en la última década (2004, 2007, 2013) y el sexto en la historia de la franquicia, aunque la hazaña de levantar el trofeo en casa lo hacen por primera vez en 95 años, ya que la última vez que ganaron un clásico como anfitriones fue en 1918.
Las dos veces anteriores fueron de visitantes (Cardenales-2004 y Rockies-2007).
Los Medias Rojas también se convirtieron en el segundo equipo en ganar un ‘Clásico de Otoño’ después de haber quedado en el último lugar en su división en la campaña anterior. El primer equipo en lograr dicha hazaña fue los Mellizos de Minnesota en 1991.
Según el propio Ortiz, gran parte del éxito pertenece al mánager John Farrell, al decir que ¨primero que todo las cosas funcionan cuando se tiene un buen guía y eso es precisamente nuestro mánager, quien ha hecho un buen trabajo con todos nosotros¨.
La serie arrancó mal para los Cardenales, que en el primer juego fueron arrollados 8×1 en gran parte gracias a tres errores y un ‘wilpitch’ que le costaron muy caro.
El tercer partido creó una cierta polémica ya que se decidió a favor de los ‘pájaros rojos’ 5×4 por una interferencia a un corredor que iba para la goma, pero el cuarto y el quinto fueron dignos de una Serie Mundial de suprema calidad.
Aunque los Cardenales no supieron sacar provecho a su condición de locales -perdieron dos de tres en casa-, no se puede decir que los juegos cuatro y cinco no estuvieron a la altura de un evento como éste.
Los Medias Rojas ganaron el domingo 4×2 y el lunes 3×1 y la serie perdió de nuevo el encanto en el sexto, cuando los ‘patirrojos’ se coronaron luego de una aplastante victoria de 6×1.
Los Cardenales estuvieron erráticos en el último encuentro, pues a pesar de batear un hit más que los Medias Rojas (9×8) no pudieron conectar el batazo oportuno cuando tenía hombres en bases.
El conjunto de St. Louis dejó en ese encuentro a nada más y nada menos que 10 corredores en circulación. Es cierto que el pitcheo ‘patirrojo’ supo meter el brazo cuando hacía falta, sobre todo el dúo japonés de Junice Tazawa y Koji Uehara (cerrador).
No obstante, los Cardenales se llevan algo positivo pese a la derrota: los brazos jóvenes que tienen entre su rotación y el bullpen.
El segundo juego, que ganaron 4×2, fue precisamente gracias a esos bisoños y talentosos lanzadores.
Los abridores Michael Wacha y Joe Kelly, así como los relevistas Trevor Rosenthal -cerrador- y el dominicano Carlos Martínez estarán más curtidos en la próxima campaña.
Los Cardenales jugaron su decimonovena Serie Mundial y buscaban su duodécimo trofeo.
Ellos se habían titulado en los «Clásicos» del 2006 (vs Tigres) y 2011 (Rangers), en el último en una de las mejores Series Mundiales de los últimos tiempos, ya que estuvieron al borde de la eliminación dos veces (a un out) en el sexto partido, pero finalmente se impusieron y después ganaron el séptimo encuentro.
AFP