En un partido loco, el Real Madrid superó al Sevilla por 7-3, con hat trick de Cristiano Ronaldo y dobletes de Gareth Bale y Karin Benzema
La pléyade de figuras que posee el Real Madrid, su tremenda pegada en ataque, decidió un partido enloquecido en el que el Sevilla comenzó tímido, amagó luego con sendas remontadas y al final no tuvo más remedio que doblar la rodilla.
Fue de esos encuentros que a los entrenadores le gustan bien poco. Idas y venidas constantes. Debilidades defensivas por doquier. Pero para el público fue un espectáculo pleno de emoción y hasta de bellos goles. Al final, el peso de las figuras que reúne el conjunto de Carlo Ancelotti fue demasiado para un oponente que vio truncada su racha de cinco partidos sin perder.
El galés Gareth Bale vivió su primera gran noche. Fue titular en el Santiago Bernabéu por primera vez tras el intento frustrado ante el Getafe. Marcó los dos primeros goles en un inicio de partido espectacular del Real Madrid. Cristiano Ronaldo se reivindicó junto a su afición de las opiniones de Joseph Blatter, presidente de la FIFA, con una tripleta. Karim Benzema se congració consigo mismo. Y además reapareció Xabi Alonso en el segundo periodo.
Bale, con un magnífico zurdazo y un lanzamiento de falta que desvió con la mano Alberto Moreno, y un polémico penalti a Isco que transformó Cristiano Moreno parecieron liquidar el encuentro en poco más de media hora.
Con el 3-0 al conjunto de Ancelotti pareció que se le fundieron los plomos. El trabajo defensivo del Sevilla empezó a dar sus frutos y el encuentro dio un giro completo merced a otro penalti polémico señalado por el asistente, ahora de Sergio Ramos a Figueiras, que transformó Rakitic (m.38).
El conjunto de Emery se lo creyó de tal manera que un par de minutos después Vitolo dejó en evidencia a Arbeloa, se marchó en profundidad y el balón, tras hacerse con el mismo Jairo, acabó en el colombiano Carlos Bacca, que no perdonó y situó un increíble 3-2.
Resultado impensable minutos antes, cuando el encuentro era un festival de todo el Real Madrid, con un Isco activo y mágico, un Benzemá dinámico y móvil, y un Illarramendi que dirigía con criterio en la medular. Pero sobre todo con un Bale que había martilleado el tímido arranque del Sevilla.
Era como un volver a empezar para ambos equipos. Para el conjunto blanco para tratar de encontrar el rumbo y buenas sensaciones, y para el sevillista con el objeto de prolongar su racha sin perder y, visto lo visto, quién sabía si volver a ganar fuera.
Y realmente la tuvo el Sevilla. Pero como en tantos encuentros esta temporada amaga pero no remata el trabajo, y eso le está lastrando en este inicio de temporada. Jairo se plantó solo ante Diego López y no supo resolver. Su disparo le salió raso y centrado y el meta madridista evitó el empate.
Y como tantas veces sucede, como dice el tópico, de lo que pudo ser…. En menos de quince segundos se pasó de las tablas al cuarto tanto madridista, conseguido con tranquilidad y clase por Benzema, y poco después Cristiano Ronaldo puso el 5-2.
Pero aún el encuentro deparaba más emociones, porque acto seguido Rakitic se inventó un auténtico golazo, Cristiano Ronaldo respondió ante su rival favorito y completó una nueva tripleta anotadora frente al Sevilla y el fino croata, en plena locura, dispuso de otro penalti, pero en esta ocasión lo malogró al tirar alto.
Ahí ya sí que se acabó el sueño del cuadro de Emery, porque Benzema firmó su segunda diana de cabeza y tan solo quedaban diez minutos.