Así lo expresó, José Landa habitante de la comunidad Poma Rosa del Barrio San Blas de Petare, ubicado en el municipio Sucre, quien atrapado en el susto que pasó la madrugada de ayer, relató los severos daños que ocasionaron las lluvias en su vivienda, dejándolo sin baños y paredes de algunos cuartos
Angustiado y atrapado en el miedo se encontraba José Landa, la madrugada de ayer, que mientras dormía en su casa, ubicada en la comunidad Poma Rosa del barrio San Blas de Petare del municipio Sucre, escuchó un impresionante ruido que lo atemorizó. Al principio confundió el sonido con un trueno, pero luego se percató que una parte de su casa había quedado tapiada y algunas paredes de los cuartos habían cedido.
Esto en consecuencias de las lluvias acaecidas, a primeras horas de la madrugada de este jueves, que provocando anegaciones en algunas viviendas y severos daños en otras, precisamente en la casa de este vecino, las lluvias perjudicaron gran parte su estructura, dejándolo sin área del baño y sin protección en su habitaciones.
“Bomba de tiempo”
Pero el problema, aseguran los vecinos, no sólo recae en las lluvias, sino en la carretera principal del barrio San Blas, la cual se encuentra totalmente colapsada, presenta un avanzado estado de deterioro, grietas y profundos hundimientos, que desde hace dos año, no recibe ninguna restauración, “que al derribarse, arrastró consigo las viviendas que se encontraban de bajo”, narró Landa, quien lamentándose reiteró que las autoridades regionales han hecho caso omiso al problema.
Cuenta que la carretera sólo cuenta con un canal habilitado, ya que sus extremos se encuentran en el aire, lo que representa un peligro para los conductores, dado que no existe una defensa que garantice una protección a la hora de circular. “Esta situación, estaba por venir y aunque no ocasionó ninguna pérdidas humana, lo cierto es que siete familias ahora quedaron a la buena de Dios”.
Siete casas afectadas
Esta situación se repite con siete viviendas más, la cuales también registran daños en su estructuras. Así lo relata, Yhajaira Landa, otra habitante quien aseguró no haber “pegado un ojo en toda la noche, cuando sentí la lluvia no pude dormir y cuando decidí acostarme para descansar, observé como el agua estaba anegando mi casa, originado perdidas materiales”.
Agregó que una de estas pérdidas se basaban en artefactos eléctricos como; televisores, equipos de sonido, como también una cama y colchones. Landa mostró su molestia atribuyéndole este problema, precisamente a la Alcaldía del municipio Sucre, dicha administración se ha encargado de recibir los documentos y proyectos comprometiéndose cumplir restaurar una vialidad, “que al final de cuentas nunca se lleva a cabo”.
Como es posible, menciona la habitante, que después que ocurrió este deslizamiento envíen maquinarias para despejar la avenida y traten de remediar la situación “con pañitos calientes, que muy bien saben duraran solo un par de semanas”, sentenció.
“20 años viviendo esta realidad”
En esto coincide Leny Cabezas García, otra habitante, quien ratificó el testimonio de su vecina, argumentando que muchas los habitantes que llevan más de 20 años viviendo en esta comunidad nunca han logrado que sus exigencias sean catadas por las autoridades de este ayuntamiento.
La intención, destaca la vecina, no es que se apersonen los cuerpos de rescates, bomberos y funcionarios de Protección Civil y a través de una inspección, cesar a la población, en caso de llegase a quedar damnificada, tampoco sólo declarar aquellas zonas en alto riesgo, sino atacar el problema de raíz reconstruyendo la vialidad, ya que representa el verdadero problema a erradicar.
Otras zonas
Maribel Pérez, jefa de adiestramiento de Protección Civil Sucre, declaró que su equipo de rescate se encuentra desplegado y monitoreando aquellas zonas vulnerables de esta jurisdicción, a fin de atender cualquier contingencia que presenten familias que corran riesgo de ser afectadas por las lluvias y evaluando en nivel de peligro.
Destacó que otra de las zonas afectada, pero inmediatamente despejada, la carretera Petare- Guarenas, a la altura de Parque Caiza, la cual estuvo colapsada por fuertes precipitaciones acaecidas la madrugada de ayer, la cual se encontraba atiborrada de lodo y pavimento, productos de los constantes movimientos de tierra.
Mairy Chourio
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