Venezuela volvió a condenar hoy lo que considera un «ensañamiento» en su contra y una «extralimitación» en sus funciones de la CIDH, que instó de nuevo al Gobierno venezolano a permitirle visitar el país y reconsiderar su denuncia de la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH).
En la primera de las cuatro audiencias sobre Venezuela que hoy se celebran en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el representante venezolano para los derechos humanos, Germán Saltrón, reiteró sus críticas al funcionamiento de ese organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA).
«Venezuela considera que la CIDH está enmarcada dentro de la categoría de organizaciones que padecen situaciones estructurales o coyunturales que afectan o tergiversan seria o gravemente su desempeño y su funcionamiento en materia de derechos humanos consagrados en la Convención Americana», señaló Saltrón.
Añadió que el «financiamiento preponderante por potencias imperiales» se traduce en la «parcialización a favor de los lineamientos e intereses de las políticas trazadas por dichas potencias», en clara referencia a Estados Unidos, que aporta la mayor parte de los fondos externos de la CIDH.
Eso redunda en una «reiterada y contumaz parcialización en el ensañamiento y condena contra Estados con conductas excelentes en materia de derechos humanos y la paralela omisión de crítica y escrutinio relativo a países que presentan situaciones atroces como la aplicación de la pena de muerte», continuó.
El funcionario venezolano condenó, además, que Venezuela haya sido incluida desde 2003 en el Capítulo 4 del informe anual de la CIDH, conocido como la «lista negra» de países del continente que no avanzan lo suficiente en derechos humanos.
«Con esta decisión la CIDH pretende actuar al mismo tiempo como legislador, al crear una norma sin que nadie le atribuya competencias para ello, como juez al decidir qué estados soberanos están incluidos o no en supuestos hechos caprichosamente inventados y como verdugo al sancionar una categorización que pudiera ser invocada como pretexto para golpes de Estado, magnicidio y otras delitos de lesa humanidad», afirmó.
Venezuela ha repetido en los últimos años críticas similares en varias audiencias ante la CIDH, a la que acusa de estar sesgada en su contra y de haber respaldado el intento de golpe de estado contra el Gobierno de Hugo Chávez en abril de 2002, algo que Saltrón volvió a repetir hoy.
Por ese motivo, el Gobierno venezolano ha negado las constantes solicitudes de la CIDH de visitar el país para recabar más información sobre la situación de derechos humanos. «El hecho de poder visitar un país es algo que también contribuye a tener una información directa, de primera mano», dijo hoy uno de los siete miembros de la CIDH, el comisionado Felipe González.
Por su parte, la comisionada Dinah Shelton recordó que «ha habido controversia» por la denuncia por parte de Venezuela de la Convención Americana de Derechos Humanos, que se hizo efectiva el pasado 10 de septiembre.
«¿Se han replanteado quizá volver a (integrarse) en la Convención? Éste es uno de los dos casos históricos en los que un Estado la ha denunciado y eso nos causa cierta preocupación», indicó Shelton.
Saltrón no hizo referencia a esa cuestión durante el breve espacio que tuvo para responder a las preguntas de los comisionados. La Convención regula el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, formado por la CIDH, con sede en Washington, y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), con asiento en San José de Costa Rica.
La denuncia de Venezuela le ha permitido escapar a la jurisdicción de la CorteIDH, pero no de la CIDH, dado que esta tiene su base principal en la Carta de la OEA. Para escapar a la jurisdicción de la CIDH, Venezuela tendría que renunciar a participar en la OEA, algo que ha indicado en varias ocasiones que no se plantea. EFE