Un hombre sacó un fusil semiautomático de una bolsa y se abrió paso a tiros en un punto de revisión del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles el viernes, donde mató a un empleado federal de seguridad e hirió a otras dos personas, en un ataque que interrumpió vuelos en todo el país, dijeron las autoridades.
El atacante, que resultó herido en un intercambio de disparos con la policía y tomado bajo custodia, tenía como objetivo agentes de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés), dijeron autoridades. Un funcionario del sindical dijo que un oficial de la TSA murió, según datos que le proporcionaron las oficinas locales del gremio en Los Ángeles. La TSA emitió un comunicado que indicaba que por lo menos otro agente estaba herido.
Un oficial policial dijo que presunto autor del tiroteo era Paul Ciancia, de 23 años, de Nueva Jersey. El atacante vestía uniforme y llevaba una bolsa que contenía una nota que decía que «quería matar a los TSA y unos cerdos». El oficial, quien fue informado sobre la investigación, solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a hablar públicamente.
Otro oficial confirmó la identidad, y también habló bajo condición de anonimato.
Las autoridades dijeron en conferencia de prensa que ya no había amenaza para el aeropuerto, el tercero más grande del país y una conexión vital con Asia, Australia y Nueva Zelanda.
El jefe de la policía del aeropuerto Patrick Gannon dijo que el pistolero entró en la Terminal 3, sacó un «fusil de asalto» de una bolsa y comenzó a disparar. Luego hizo más disparos en un punto de revisión, donde una agente revisada documentos de los pasajeros, para luego entrar en la zona segura de la terminal.
Los oficiales intercambiaron disparos con el agresor y lo aprehendieron. La policía cree que fue un solo tirador, dijo Gannon.
«Como pueden imaginarse, hubo un gran caos durante el incidente», dijo.
Algunos pasajeros que ya habían pasado por la inspección de seguridad fueron evacuados corriendo hacia la pista, mientras que otros fueron aislados en restaurantes y salones del aeropuerto.
El tráfico aéreo fue afectado en todo el país, con la suspensión de vuelos que aún no habían despegado hacia Los Ángeles.
El testigo Brian Keech dijo que escuchó «una decena de disparos» desde dentro de la zona de seguridad en la terminal, que había sido evacuada.
Ben Rosen estaba sentado en el Starbucks en la Terminal 3 aproximadamente a las 9:20 a.m. cuando escuchó disparos y la gente comenzó a correr en todas direcciones, y otras se lanzaron al suelo. Rosen se tiró al suelo y otro pasajero le dijo «no te preocupes, estamos a salvo».
Entonces se escucharon más disparos. Rosen agarró su teléfono y trató de mantenerse tan pegado al suelo como podía. La policía llegó con sus armas en las manos, gritando: «No es un ejercicio, arriba las manos».
Todo el mundo alzó las manos y entonces fueron llevados a la terminal internacional, dijo Rosen.
Cuando eran trasladados, vieron vidrios de una ventana al parecer rota por un disparo. Rosen dejó su equipaje atrás.
«Fue de miedo. Nunca había pasado por algo así en toda mi vida», dijo.
La Administración Federal de Aviación dijo que una «parada en tierra» estaba en efecto para todos los vuelos hacia Los Ángeles, aunque algunos vuelos que ya estaban en el aire durante el incidente fueron autorizados a aterrizar en el aeropuerto.
El controlador aéreo del aeropuerto de Los Ángeles Michael Foote dijo que algunos vuelos fueron autorizados a despegar.