Este gobierno podrá “adelantar” la Navidad por decreto. Es más, si quieren pueden adelantar el Carnaval, la Semana Santa y el Día de la Madre del año que viene, si quieren. Pero de la revolcada que les va a dar el pueblo el 8 de Diciembre en las elecciones municipales no los salva nadie. Ese día el Rey quedará desnudo
El pasado viernes 1 de noviembre el Sr. Nicolás Maduro Moros, presidente proclamado por el CNE, informó que su Despacho había decidido “adelantar la Navidad” en beneficio, obviamente, de la “suprema felicidad del pueblo” y también para dificultar las “oscuras actividades” de quienes quieran generar “alboroto”, habida cuenta de las dificultades por las que estaría pasando la población en virtud de la supuesta “guerra económica” que contra su gobierno habrían declarado, quienes más iban a ser, la “oligarquía” y “el imperio mesmo”.
El centro de tal adelanto serían unas “ferias navideñas socialistas” que se realizarán en todo el país desde el 1 de noviembre hasta el 15 de diciembre, en las que el gobierno venderá juguetes y alimentos de tradicional consumo masivo durante la temporada navideña “a precios justos”.
La economía vista (y sufrida) desde el barrio
Hasta allí, todo va bien. Es lógico que un gobierno procure optimizar la distribución de bienes de consumo masivo en una temporada en la que el mayor consumo estacional dispara conductas especulativas. Lo “anormal” no está en los anuncios, sino en la realidad: En esta Navidad 2013 los venezolanos estamos peregrinando de mercado en mercado, de abasto en abasto, de bodega en bodega, buscando no los aliños navideños, sino la leche, el aceite, el azúcar, lo más elemental. Hoy la gente se agolpa no para conseguir las verdes hojas para envolver las hallacas, sino para conseguir algún rollo de papel higiénico. Esta Navidad (la numero 15 que Venezuela intenta celebrar bajo el signo de los gobiernos que se iniciaron en 1999, y la segunda con Nicolás Maduro ocupando, de la manera que sea, la silla presidencial) será una Navidad bajo el signo de la precariedad.
Como en las naciones que han padecido guerras o inmensas desgracias como terremotos o inundaciones, la Navidad venezolana del 2013 intentará abrirse paso entre el desabastecimiento en el mercado formal y bajo la hegemonía del mercado negro (porque los productos de que se consiguen, se consiguen, pero a qué precio…). Es a una Navidad así a la que tempranamente nos invita el señor Maduro Moros, una Navidad en la que no escasearán los juguetes más promocionados, sino TODOS los juguetes, porque al gobierno no le dio la gana de dar a tiempo los dólares a los importadores, que te puedo decir…
¿Cuándo empezó la “guerra económica” contra el pueblo?
También en ese aspecto no debe llamar a asombro las declaraciones del Sr. Maduro Moros, al señalar que tanta precariedad en la Navidad venezolana solo puede explicarse como resultado de una “guerra económica” contra el pueblo venezolano. Lo que en sus declaraciones no es demasiado creíble es cuando señala quienes habrían desatado esa “guerra” contra el pueblo. En efecto, cuando Maduro dice que detrás de la “guerra económica está el Imperio Norteamericano” olvida que, muy por el contrario, tal “imperio” es en realidad su principal socio comercial. De hecho, es el único que le paga en efectivo el petróleo que hacia allá exportamos: el gobierno ruso nos paga con cachivaches militares y helicópteros que se caen; el gobierno chino no nos paga porque le vendimos a futuro hasta el alma; el gobierno cubano nos paga invadiéndonos, el gobierno argentino nos paga con bonos-basura de su invendible deuda externa, el gobierno dominicano nos paga con caraotas y los gobiernos boliviano y nicaragüense, en el colmo de la chulería, sencillamente no nos pagan de ninguna manera. Así, Estados Unidos está detrás no detrás de la “Guerra Económica”, sino en realidades el soporte casi único de la sobrevivencia económica del maduro-cabellismo. Culpar a “la burguesía” de la guerra económica también es una temeridad, pues lo que queda de la burguesía tradicional venezolana está en manos del gobierno desde hace mucho tiempo, en virtud del control de cambio. El oficialismo tiene una garra muy poderosa, llamada “el cadivismo”, y con eso asfixia a quien quiere y deja vivir a quien le conviene. La realidad de los hechos, es que la “guerra económica” contra el pueblo empezó cuando Hugo Chávez embistió contra la autonomía del Banco Central de Venezuela.
Del “millardito” a la hiperinflación
Efectivamente, con el cuento de que le dieran “un millardito de las reservas internacionales para ayudar a los pobres productores del campo” comenzó a principios de los años 2000 esta guerra económica contra el pueblo. En ese entonces, el Dr. Maza Zavala explicó que el BCV no podía actuar de acuerdo a las necesidades o caprichos de gobierno alguno, pues su responsabilidad era garantizar que la política económica y monetaria respondiera a los intereses del país y no de un presidente en particular. Pero el gobierno logró su propósito, colocó al Banco Central como un ente subalterno, supeditado a sus caprichos, y hoy tenemos el país que tenemos: los productores del campo están más quebrados que nunca, y el BCV intenta desesperadamente “recoger la liquidez” que ellos mismos lanzaron a la calle, dinero emitido sin respaldo, mucha plata que tiene poco que comprar. Por eso es que hoy un paquete de pañales desechables cuesta lo que antes costaba un vehículo. Es la autopista a la hiperinflación, la única construida en estos 15 años.
El día de todos los santos,apalearon a Santos
Pero volvamos a la Navidad madurista, la “Navidad temprana”: El mismo día viernes 1ro, cuando Maduro hace el singular anuncio, en una “feria navideña” en Los Próceres se produce un tumulto cuando, luego de horas de cola, por fin llegó el pernil de cochino a los puestos de venta. La gente irritada y desesperada tumbó las barricadas, escena que fue captada por el lente de Jorge Santos, fotógrafo del diario 2001. De inmediato ocho militares rodearon a Santos, le cayeron a golpes, le robaron la cámara y lo pusieron preso, junto a otras dos reporteras del mismo medio de comunicación. El Día de Todos los Santos fue celebrado por el gobierno entrándole a golpes a Jorge Santos. A una Navidad así nos invita “tempranamente” Maduro Moros.
Este gobierno podrá “adelantar” la Navidad por decreto. Es más, si quieren pueden adelantar el Carnaval, la Semana Santa y el Día de la Madre del año que viene, si quieren. Pero de la revolcada que les va a dar el pueblo el 8 de Diciembre en las elecciones municipales no los salva nadie. Ese día el Rey quedará desnudo. Será evidente que este gobierno, culpable de la crisis económica y del desastre de la inseguridad, además es abrumadoramente minoritario. Y se abrirán en consecuencia las puertas en nuestro querido país para el cambio de verdad en democracia y libertad. ¡Palante!
Radar de los Barrios
Jesús Chuo Torrealba
Twitter: @chuotorrealba