El gobierno cubano ordenó el sábado el cierre inmediato de los cines privados y advirtió que no permitirá violaciones en el ejercicio del trabajo independiente autorizado en el país desde hace tres años, cuando comenzó una apertura económica a algunas actividades de particulares.
«La exhibición cinematográfica (incluye las salas de 3D) y los juegos computacionales, cesarán de inmediato en cualquier tipo de actividad por cuenta propia», anunció una nota informativa firmada por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y publicada en el periódico oficial Granma.
Además, las autoridades dieron hasta el 31 de diciembre como plazo para «liquidar los inventarios» de los artículos importados a los pequeños negocios independientes.
«Se ratifica la firme determinación del Gobierno de no permitir violaciones de ningún tipo a las decisiones adoptadas o que adopte en el futuro», se sentenció en la nota informativa a modo de conclusión.
El gobierno de Raúl Castro inició a mediados de 2010 una actualización del modelo económico cubano, una política que comenzó con la autorización de 178 categorías de trabajo por cuenta propia, ampliada después a 181, la cual va desde la de elaboradores de alimentos —llamados restaurantes en todos los países y paladares en Cuba— hasta jardineros, manicuristas, masajistas o taxistas.
Además de autorizar estos pequeños negocios, la nueva política legalizó la compra y venta de autos y de vivienda a particulares, así como la autorización a los cubanos para viajar al extranjero sin tener que pedir permiso de salida a las autoridades, como tuvieron que hacer durante varias décadas.
La política de Raúl Castro avalada por el Partido Comunista de Cuba, el único autorizado en la isla, durante el Congreso en abril del 2011 sólo tendrá éxito «en una atmósfera de orden, disciplina y exigencia», agregó la información.
Muchos cubanos abrieron salas de cine privadas en las partes traseras de sus cafés o salas de juego, aprovechando las ambigüedades de las reformas económicas recientes y estableciendo un negocio privado no previsto por las autoridades que dictaron las nuevas leyes.
Sin embargo, la nota de Granma puntualizó que la exhibición cinematográfica, que incluye las salas de tercera dimensión, así como la organización de juegos computacionales nunca han sido autorizados.
Las autoridades ratificaron la prohibición de la comercialización por vendedores ambulantes de artículos importados como alimentos, ropa, zapatos o artículos de aseo o de uso en el hogar.
Los trabajadores con licencia de «Modista o sastre» y de «Productor-vendedor de artículos varios de uso en el hogar», como los nomina la ley, se dedicaron a vender artículos y productos que adquirían en la red comercial del país o con personas que los compraban en otras naciones. Sin embargo, de acuerdo a lo estipulado sólo pueden vender artículos confeccionados por ellos mismos.
Tras ser informados individualmente de las regulaciones, en particular «la ilegalidad de la comercialización minorista de artículos importados o la reventa de los adquiridos en la red comercial estatal», se les concedió «excepcionalmente» un plazo hasta el 31 de diciembre a los trabajadores para liquidar los inventarios, indicó la nota.
Unos 436.000 cubanos pidieron licencia para ejercer el trabajo independiente en la isla, según datos oficiales publicados en días pasados por el diario Granma.
La nueva política incluyó también una ampliación de formas de gestión —por ejemplo, para las peluquerías y barberías— a las que se permitió a los empleadores alquilar locales al Estado y administrar el negocio de manera independiente. Además se estableció un régimen de impuestos simplificado, se dispuso la implementación del crédito bancario para dichos trabajadores independientes, se creó un reducido mercado mayorista —principalmente en el sector agropecuario— y se pusieron en marcha cooperativas no estatales.
Castro manifestó que con esta política espera lograr la eficacia económica sin que el sistema pierda su carácter comunista y sin que se pierdan algunos beneficios, como por ejemplo los servicios gratuitos de salud y la educación, también gratuita y masiva.
Según la nota informativa estas medidas son «correcciones necesarias para proseguir ordenando esta forma de gestión». En tanto, aseguró que «no se trata, en lo más mínimo, de dar un paso atrás; todo lo contrario, seguiremos avanzando decididamente en la actualización del modelo económico cubano». AFP