Los cubanos llegarán a cuatro de las principales ciudades del país: Sao Paulo, Brasilia, Fortaleza y Belo Horizonte.
Las autoridades esperan que estén operativos en un mes, tras someterse a un curso de familiarización con la lengua, señaló la estatal Agencia Brasil citando fuentes del Ministerio de Salud.
Los cubanos se unirán a 3.664 profesionales actualmente inscritos en el programa «Más médicos» -819 brasileños y 2.845 extranjeros- para servir a la población subatendida de 1.098 municipios y 19 distritos indígenas, principalmente del norte y el noreste del país.
Con los nuevos 3.000 arribos, los médicos involucrados en el programa superarán los 6.600 hacia fines de año. El gobierno señaló que 12.996 profesionales estarán movilizados en marzo para atender la demanda.
El programa da prioridad a los médicos brasileños para proveer los cargos de tres años de duración, pero depende de los extranjeros para atender poblaciones alejadas a las que los locales no desean ir.
A cada médico extranjero se le paga un salario mensual de 4.240 dólares durante los tres años del contrato.
En Cuba, donde los médicos no llegan a percibir 30 dólares mensuales, el gobierno se queda con la mayor parte de la diferencia.
Las «exportaciones» de médicos son una de las principales fuentes de ingreso de divisas a la isla.
Brasilia accedió a recibir a unos 4.000 médicos cubanos y a pagarles sus salarios a través de la Organización Panamericana de la Salud.
Según el ministerio de Salud de Brasil, este país de más de 200 millones de habitantes tiene un déficit de 54.000 médicos, particularmente en las zonas urbanas y rurales pobres.
El gobierno lanzó el programa «Más médicos» tras las masivas protestas callejeras de junio, en las que se reclamaba por mejores servicios públicos, en particular de salud.
En agosto, los integrantes de un primer contingente de médicos cubanos contratados en el marco del programa fueron abucheados e insultados por sus colegas brasileños, en su mayoría blancos, en incidentes de corte racista y xenófobo, cuando llegaron al estado nordestino de Ceará.
Los cubanos, muchos de ellos negros, fueron tratados de «esclavos» e «incompetentes».
La presidenta Dilma Rousseff y el ministro de Salud salieron en defensa de los profesionales caribeños y repudiaron la actitud de los médicos brasileños.
«Es importante remarcar que estos médicos extranjeros, no sólo cubanos, llegaron aquí para trabajar en lugares a los médicos brasileños no quieren trabajar», dijo la mandataria.
AFP