«Es inaceptable que nos espíen», dijo Jaua en una rueda de prensa en un hotel de la Ciudad de México después de una reunión con su par mexicano, José Antonio Meade.
«Para nosotros no es una sorpresa, lo sabemos y precisamente es parte de los problemas que han conllevado a que las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos estén en el nivel que están», destacó el ministro.
Este fin de semana, el diario estadounidense The New York Times publicó que la Venezuela gobernada por el fallecido presidente Hugo Chávez era en 2007 uno de los seis «objetivos duraderos» de espionaje de la estadounidense Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) junto con China, Corea del Norte, Irak, Irán y Rusia.
Con base a documentos obtenidos por el exconsultor de la NSA Edward Snowden -asilado temporalmente en Rusia-, el periódico señaló que esta agencia también interceptó los correos electrónicos oficiales y personales de los «diez principales funcionarios económicos» de Venezuela.
«Las revelaciones evidencian, una vez más, la razones por las cuales nosotros lamentablemente no podemos tener buenas relaciones con Estados Unidos», resaltó Jaua.
En el marco de sus tensas relaciones diplomáticas, Washington y Caracas carecen de embajadores desde 2010 y desde octubre pasado también de encargados de negocios, pese a que Estados Unidos sigue siendo el mayor comprador de crudo venezolano y principal fuente de divisas para el país.
En junio, tras una reunión entre Jaua y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ambos países acordaron iniciar un diálogo para el regreso de embajadores.
Un mes después el contacto se rompió luego de que la ahora embajadora estadounidense ante la ONU responsabilizara al gobierno venezolano de actos de represión.
Jaua lamentó que las declaraciones de la embajadora y la «participación activa en procesos de desestabilización» de la exencargada de negocios en Caracas, que fue expulsada junto con otros dos diplomáticos, «congelaran ese esfuerzo».
El canciller dijo que no se reanudará el diálogo si Washington no cambia de actitud, pero manifestó que Venezuela no va a dejar de vender petróleo a Estados Unidos porque no va «a jugar por razones políticas con la seguridad energética de ningún país».
«Ningún militante» chavista cuestiona a Maduro
Sobre política doméstica, Jaua aseguró que a escasos seis meses del arranque de la presidencia de Nicolás Maduro, el gabinete coincide en que fue «correcta» la decisión de Chávez de nombrarle su delfín.
«No conozco ningún militante de la revolución bolivariana que cuestione el liderazgo y la jefatura del presidente Nicolás Maduro», dijo el canciller al ser preguntado sobre el delicado momento económico del país y las recientes críticas de exaliados chavistas como el exministro Felipe Pérez Martí o el exasesor y creador del famoso término del «socialismo del siglo XXI», el alemán Heinz Dieterich.
Jaua también pidió respeto a la «espiritualidad» de Maduro, quien recientemente aseguró que el rostro del fallecido Chávez apareció en una excavación del metro de Caracas y, en abril pasado, dijo que se le apareció para bendecirle en forma de «pajarito».
Asimismo, el canciller adelantó que el cuerpo de Chávez permanecerá en la popular barriada del 23 de Enero y no irá al Panteón Nacional, como lo pedía un sector de sus seguidores, por «limitante constitucional».
Jaua también restó importancia a la repercusión nacional de las elecciones locales del 8 de diciembre, que el líder opositor Henrique Capriles propone como una prueba a la aceptación de Maduro, y dijo que si el resultado no fuera bueno no pondría «en cuestionamiento» el mandato del presidente. AFP
«Es inaceptable que nos espíen», dijo Jaua en una rueda de prensa en un hotel de la Ciudad de México después de una reunión con su par mexicano, José Antonio Meade.
«Para nosotros no es una sorpresa, lo sabemos y precisamente es parte de los problemas que han conllevado a que las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos estén en el nivel que están», destacó el ministro.
Este fin de semana, el diario estadounidense The New York Times publicó que la Venezuela gobernada por el fallecido presidente Hugo Chávez era en 2007 uno de los seis «objetivos duraderos» de espionaje de la estadounidense Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) junto con China, Corea del Norte, Irak, Irán y Rusia.
Con base a documentos obtenidos por el exconsultor de la NSA Edward Snowden -asilado temporalmente en Rusia-, el periódico señaló que esta agencia también interceptó los correos electrónicos oficiales y personales de los «diez principales funcionarios económicos» de Venezuela.
«Las revelaciones evidencian, una vez más, la razones por las cuales nosotros lamentablemente no podemos tener buenas relaciones con Estados Unidos», resaltó Jaua.
En el marco de sus tensas relaciones diplomáticas, Washington y Caracas carecen de embajadores desde 2010 y desde octubre pasado también de encargados de negocios, pese a que Estados Unidos sigue siendo el mayor comprador de crudo venezolano y principal fuente de divisas para el país.
En junio, tras una reunión entre Jaua y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ambos países acordaron iniciar un diálogo para el regreso de embajadores.
Un mes después el contacto se rompió luego de que la ahora embajadora estadounidense ante la ONU responsabilizara al gobierno venezolano de actos de represión.
Jaua lamentó que las declaraciones de la embajadora y la «participación activa en procesos de desestabilización» de la exencargada de negocios en Caracas, que fue expulsada junto con otros dos diplomáticos, «congelaran ese esfuerzo».
El canciller dijo que no se reanudará el diálogo si Washington no cambia de actitud, pero manifestó que Venezuela no va a dejar de vender petróleo a Estados Unidos porque no va «a jugar por razones políticas con la seguridad energética de ningún país».
«Ningún militante» chavista cuestiona a Maduro
Sobre política doméstica, Jaua aseguró que a escasos seis meses del arranque de la presidencia de Nicolás Maduro, el gabinete coincide en que fue «correcta» la decisión de Chávez de nombrarle su delfín.
«No conozco ningún militante de la revolución bolivariana que cuestione el liderazgo y la jefatura del presidente Nicolás Maduro», dijo el canciller al ser preguntado sobre el delicado momento económico del país y las recientes críticas de exaliados chavistas como el exministro Felipe Pérez Martí o el exasesor y creador del famoso término del «socialismo del siglo XXI», el alemán Heinz Dieterich.
Jaua también pidió respeto a la «espiritualidad» de Maduro, quien recientemente aseguró que el rostro del fallecido Chávez apareció en una excavación del metro de Caracas y, en abril pasado, dijo que se le apareció para bendecirle en forma de «pajarito».
Asimismo, el canciller adelantó que el cuerpo de Chávez permanecerá en la popular barriada del 23 de Enero y no irá al Panteón Nacional, como lo pedía un sector de sus seguidores, por «limitante constitucional».
Jaua también restó importancia a la repercusión nacional de las elecciones locales del 8 de diciembre, que el líder opositor Henrique Capriles propone como una prueba a la aceptación de Maduro, y dijo que si el resultado no fuera bueno no pondría «en cuestionamiento» el mandato del presidente. AFP