Se cuenta y no se cree. La gente en el exterior se asombra ante lo que está sucediendo en nuestro país. Por otro lado, un sector que padece y sufre la crisis tampoco la entiende y se la atribuye al imperio y a la supuesta “guerra económica”
El papel aguanta todo y las palabras se las lleva el viento, dos refranes que usamos frecuentemente. Cuando alguien se equivoca en el rol que desempeña decimos: “fulano o mengano está haciendo un papelón”. También hablamos del papel de los individuos o instituciones en la sociedad; cuando nos referimos a un documento; en teatro y cine, lo usamos para referirnos al personaje que representa un actor o actriz, en fin, siempre hablamos del papel.
En Venezuela hay que hacer un “papelón” para tratar de conseguir papel higiénico. Soportamos enormes colas para conseguirlo. A la ausencia de oferta de papel toilette hay que sumarle otros rubros indispensables de la dieta básica: leche, aceite, azúcar, harina de trigo y de maíz, margarina. De la escasez de productos estábamos acostumbrados a escuchar que sucedía en Cuba, donde además de la carencia de muchas cosas, la más terrible, es que no hay libertad. De esa situación hablábamos conmovidos, escuchábamos lo que nos narraban los que iban a la isla, pero jamás nos pasó por la mente que algo similar podría ocurrirnos.
¿Quién iba a imaginar que en nuestro país la crisis del papel se apoderaría de nuestras vidas? Insólito, increíble, resulta confirmar que, de acuerdo a cifras oficiales del Banco Central de Venezuela, se registra un 79 por ciento de escasez de papel higiénico. Que tampoco haya servilletas, ni papel para secarse las manos, y, como corolario, que muchos medios impresos dejen de salir porque no tienen papel para imprimir, ¡es preocupante!
Algunos medios impresos tendrán que cerrar sus puertas, esto no solo se traduce en desempleo para muchas familias, sino que además viola nuestro derecho a estar informados bajo la premisa de que la pluralidad y libertad de pensamiento, también resultan afectados.
Se cuenta y no se cree. La gente en el exterior se asombra ante lo que está sucediendo en nuestro país. Por otro lado, un sector que padece y sufre la crisis tampoco la entiende y se la atribuye al imperio y a la supuesta “guerra económica”.
La verdad es que el papel del Estado y de un gobierno responsable es proveer a sus ciudadanos de todo lo que necesitan para vivir. Atribuir la escasez a fuerzas del más allá, al sector privado, a los ciudadanos que compran más de lo que necesitan, es una ofensa a la inteligencia .
La realidad es que ha fracasado la política económica del gobierno, cada día estamos peor. Manteniendo los controles, atacando a gremios, a los sectores productivos, dividiendo e ignorando el esfuerzo de productores y emprendedores, la solución está cada vez más lejos. “Papelón” es el que está haciendo este gobierno, atrapado en la soberbia, que no escucha y que pareciera no querer escuchar.
Noel Álvarez * /// Twitter: @alvareznv
*Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente