Negar que estamos frente a una guerra económica, es no querer ver la realidad del país. Esa guerra, que ya le ha costado el cargo a once ministros de Salud y un atentado a Eduardo Samán, presidente del Indepabis, son las pruebas más fehacientes de que esta guerra existe, y está en marcha.
Esa guerra la comenzaron las clínicas privadas. Se acordó una regulación con la Sundecop en cuanto a costos y precios, y la misma cayó en saco roto. Una de las causas que puso fin a la carrera de la ministra Isabel Iturria, ya que el presidente Nicolás Maduro, de acuerdo al decreto 558 de la Gaceta Oficial número 40.287 que circuló el pasado miércoles 6 de noviembre de 2013, decidió nombrar al ciudadano Francisco Alejandro Armada Pérez como nuevo Ministro del Poder Popular para la Salud.
¿Será el ministro Armada capaz de enfrentar y ganarle la guerra económica a las clínicas privadas, y a las cadenas de farmacias? Habrá que ver para creer, pero en beneficio de la duda, le podemos dar algunos daticos al ministro Armada, para ver si se arma de valor y procede a la intervención de estos centros de negocios, que juegan con la condición humana de pacientes que acuden en busca de mejorar su salud sin morir en el intento.
Oído al tambor
Las clínicas se burlaron de la resolución 294 de la Sundecop que los obligaba a regular precios. Por ejemplo, luego de la regulación, en la Clínica Ávila, una gastroscopia que costaba hace menos de cuatro meses cuatro mil bolívares, ahora está sobre los 14 mil bolívares. En el Centro Médico de Caracas ese mismo estudio cuesta más de 6 mil bolívares, y así usted vaya remitido con informe de su médico de cabecera o internista, le obligan a pagar una consulta de 700 bolívares o más, dependiendo del médico, para proceder a hacerle la gastroscopia, pero una vez hecha, el paciente debe pagar otra consulta para que le den el informe.
Ahora bien, ministro Armada, pero esto se queda corto, frente a los precios de otros centros de salud, donde el mismo estudio, es decir una gastroscopia cuesta 14 mil 500 bolívares y una colonoscopia, 8.500 bolívares… ¿cómo se llama esto? ¿qué nombre se le puede dar?
Cadenas de farmacia
Otra quinta columna de esta guerra económica, que aduce el Gobierno, se anida en todas las cadenas de farmacias del país, con el tráfico, engorde, acaparamiento y creación de escasez artificial de medicinas de todo tipo, provocando especulación e inflación. Dos ejemplos nada más, ministro Armada: el medicamento en jarabe, DIP y el ULCOM indispensables, para pacientes con trastornos gástricos, o que son operados del estómago y vías digestivas, cuesta apenas 12 bolívares y está regulado, pero estas cadenas de farmacias los esconden y cuando los sacan a la venta permiten solo dos por persona. La razón es que el medicamento está regulado.
Otro caso de escasez artificial se produce con los principales productos de aseo personal que están regulados por el Gobierno. Por ejemplo, la pasta de diente Colgate White está regulada, cuesta menos de 10 bolívares, pues bien en los Farmahorro, los esconden para crear escasez, igual hace esta cadena de farmacia con el agua mineral de dos litros, la esconden en sus depósitos y no la sacan a la venta, y así con una infinidad de medicamentos. ¿No es esto una guerra económica, o que otro nombre se le puede dar?
Atención Indepabis
Las acciones tomadas por el gobierno contra establecimientos de línea blanca, como DAKA, Pablo Electrónica, y la cadena de ferreterías EPA, son tan solo la punta del iceberg. Acaparamiento, remarcaje, y creación de escasez, son el común denominador en todos estos casos. Ahora bien, actuando como abogado del diablo, la culpa la tiene el Gobierno por su ineptitud para producir bienes y servicios de calidad y por mantener un control de cambio como línea política de sostén a la revolución. De ahí, que quien ha propiciado esta guerra económica, como un escenario para sostener en el poder, ha sido el propio Gobierno, una estrategia que si bien es validad desde el punto de vista política, se contradice con la supuesta humanidad de la Revolución del Siglo XXI. Ambos bandos están arruinando al país y acabando con la Patria, que a cada rato nos dicen que tenemos para que dejemos de quejarnos…
Ya nos acostumbraron a las colas, a la escasez, y a llorar cada fin de semana a nuestros muertos a manos del hampa… ¿qué más puede pedir esta Patria grande de Bolívar? El que tenga ojos que vea.
PRIMICIA
Una artista judía, de nombre Elisa Abadí, obsequió a su Santidad el Papa Francisco, un libro que lleva por título, “Los Venerables”, una recopilación de su obra artística y plástica donde se plasma en todas su modalidades a José Gregorio Hernández, el Siervo de Dios. Así mismo, le hizo entrega una obra especial, consistente en un retrato de José Gregorio Hernández en una de sus múltiples facetas. Elisa Abadí, ha dedicado gran parte de su creación artística al diseño de retratos, pinturas de José Gregorio Hernández.TORRE CREDICAR
Otra grabación hecha en la sede de Primero justicia, en la Torre Credicar de Chacaito, donde estaba la plana mayor de la tolda aurinegra, presidida por Julio Borges y Guanipa entre otros, da cuenta de lo siguiente: según me cuenta Cicerón se planteó que de cara al 8D hay que trabajar sólo por los candidatos de PJ y en el caso de Guarenas solo trabajar por el candidato amarillo y olvidarse de los demás en el resto del estado. Así mismo dieron la instrucción precisa de no pararle a Enrique Mendoza ya que el proyecto en Miranda es Carlos Ocariz.LA COSA POLÍTICA
La ventaja que deberá remontar el Potro Álvarez para ganar en el Municipio Sucre es de 11 puntos y así lograr un final de fotografía. Muy difícil más no imposible. Capriles por su parte sigue de frente con su apoyo a Dora D’ Agostino, cumpliendo con su palabra. Se estima que el Municipio El Hatillo, ante los últimos acontecimientos por la aprobación del PDUL, de espalda a los vecinos y el otorgamiento de permisos para el denominado Proyecto San Antonio, se producirá la abstención más alta de su historia, ello unido a la rebatiña de candidatos.
A CALZÓN QUITAO
Wilmer Suárez
Twitter: @acalzonquitao54