Estos comicios serán una prueba importante y probablemente
el inicio o el fin del madurismo
La pregunta parece incoherente e ilógica, pero en unas circunstancias como las que vive el país una respuesta a esta interrogante tiene varias lecturas.
Vista desde el ángulo político estamos ante la circunstancia de que para la oposición representa un nuevo desafío demostrativo de que aún hay fuerzas y voluntad para seguir avanzando en medio de una situación muy difícil con muchos factores en contra, pero con la firme posibilidad de que la fuerza del voto sea capaz de prenderle las alarmas al gobierno, que por su parte también corre el riesgo de someterse al veredicto, no solo del colectivo general, sino también de su propia gente que le ha sido solidaria durante más de una década.
La gran prueba de fuego consiste en verificar si el universo que ha venido sustentando al gobierno aún sigue dispuesto a este apoyo incondicional que Hugo Chávez manejaba a su antojo con su carisma innato, en medio de grandes y graves problemas que no parecen tener solución en el inmediato y corto plazo, como son la carestía, la escasez, fundamentalmente los lunares que más afectan en el día a día a la ciudadanía.
Centrándonos de nuevo al tema local, las elecciones municipales guardan una importancia primaria en el desarrollo y ejecución de las políticas públicas de cualquier país porque se trata de la relación más directa del gobernante con la ciudadanía, exenta aunque vinculada y afectada de los grandes problemas nacionales. La gestión municipal toca directamente al ciudadano y el munícipe que no está conectado directamente es repelido y rechazado, pero usualmente busca sobreponerse los portaaviones políticos.
Por otra parte es imposible deslindar la gestión municipal de los gobiernos regionales que en su mayoría hoy están en manos del oficialismo, de manera que el nuevo tinglado electoral ofrece un escenario interesante para ver hasta qué punto el liderazgo de las dos tendencias protagónicas del país conecta con las comunidades.
Hechos curiosos
La modalidad de separar las elecciones fue desde luego un gran avance electoral porque convirtió al voto emotivo en racional y dio fuerza al liderazgo local por encima del paraguas partidista.
Para este y cualquier gobierno, una victoria o derrota municipal es importante.
Si el resultado es satisfactorio, confirmará una aceptación absoluta en concordancia con las políticas públicas nacionales, si por el contrario es resultado es adverso, deben prenderse las alarmas porque se trata de una señal inequívoca de cambio que usualmente comienza desde abajo hacia arriba con la particularidad de que en Venezuela puede ser considerado como una referendo reprobatorio.
Si analizamos los últimos sucesos electorales de Venezuela encontraremos hechos sumamente curiosos. Si nos remitimos a octubre del 2012 tenemos una ratificación del liderazgo de Hugo Chávez y un crecimiento significativo de la oposición, lo cual hacía prever que ante la enfermedad del presidente, las elecciones regionales de diciembre estarían muy disputadas, sin embargo el resultado fue absolutamente adverso y no fueron pocos los que prácticamente decretaron una catástrofe para la oposición, al sobrevivir solamente en tres estados.
Posteriormente, ante la circunstancia sobrevenida de la ausencia del presidente, la oposición resurgió en poco menos de un mes y redujo toda ventaja posible entre ambos bandos, dejando al descubierto que la candidatura de Maduro no estuvo a la altura de las expectativas del Psuv y todo lo que construyó electoralmente Hugo Chávez en catorce año tan solo bastaron ocho meses para desmoronarse.
Mares caudalosos
Ante ese escenario, la oposición se presenta optimista para la nueva batalla electoral tomando como punta de lanza, de acuerdo a su criterio, un gobierno nuevo, que parece viejo y desgastado abrumado de problemas sin aparentes soluciones en el corto y mediano plazo, sin embargo, y ello hemos insistido casi de manera permanente, no debe subestimarse al presidente, independientemente del éxito o el fracaso de su gestión, porque su orientación en estos últimos días ha estado dirigida puntualmente en la búsqueda de masajear esa sensibilidad del sentimiento chavista que algunas veces es volátil y otras no, haciendo enormes esfuerzos en revivir paraguas y portaaviones que le permitan, con sus votos duros, al menos sobrevivir ante la tormenta electoral que se avecina.
Como todo corre riesgos, pero ganando o saliendo tablas tendrán la absoluta certificación de dejar atrás la muletilla del comandante eterno para comenzar a construir su propio legado que en los partidos, se llama tendencia.
Tocará al elector, definir el nuevo rumbo del país, con la fuerza del voto que es el mejor instrumento en democracia
En Venezuela, como ven, los mares y los ríos políticos electorales, siempre se mueven caudalosamente.
ARENA Y CAL
NO SOMOS DE los que nos gusta ponderar gestiones de gobierno porque usualmente uno se equivoca, pero me llama poderosamente el esfuerzo que está haciendo el ministro Rodríguez Torres con el tema de la seguridad que es la papa caliente del gobierno. En honor a la verdad se observa gran despliegue en las calles, pero da la impresión que es necesaria una labor audaz de inteligencia. Por lo demás, el titular de la importante cartera parece ser uno de los hombres claves del gabinete de Maduro.
ZAMORA. Se ha puesto difícil la pesca, como dicen los mexicanos los comicios en Zamora. Las líneas a punto de cruzarse. A la amiga Thais Oquendo la han sobrado las confrontaciones internas y le ha faltado solidaridad.
EN PLAZA, también se acortan las distancias. Pipo se acerca y parece que Rodolfo Sanz no se siente muy a gusto en su rol de candidato, sin embargo sigue teniendo la primera opción.
MODALIDAD DIGITAL a los comisionistas de PDVSA le pagan sus emolumentos en dólares en tarjeta prepagadas para no dejar huellas en el exterior. Una especie de tarjetas de regalo en las cuales no aparecen nombres. Definitivamente para delinquir hay que ser inteligente. Ya lo decía Bolívar, “el talento sin probidad, es un azote”.
PDVSA se dispone a comprar la Universidad Santa María para trasladar hasta sus instalaciones la UNEFA. El monto esta cercano a los 150 millones de dólares que recibirán los vendedores libres de polvo y paja. Se mueven duro los negociantes bolivarianos.
Jairo Cuba