El gobernador de Miranda Henrique Capriles acusó hoy al presidente, Nicolás Maduro, de convertir a Venezuela en «el país del mercado negro» (paralelo) y de alejarlo del crecimiento por el que transita en la actualidad la mayoría de naciones de la región, según indicó.
«Hoy Venezuela es el país del mercado negro» y «todo de lo mucho que el país importa y lo poco que produce va a un mercado negro creado por los enchufados que tienen contactos o nexos con alguien del Gobierno», señaló el dirigente opositor en su programa semanal por internet.
Capriles acusó a Maduro de cumplir con lo que dicta el «libreto castrocomunista» que «busca acabar con Venezuela».
«Es muy importante que sepamos el origen de la crisis económica para que entendamos que no funciona este modelo», dijo el líder de la oposición, al asegurar que la mayoría de los venezolanos no apoya a Maduro ni a sus políticas.
«Alzamos nuestra voz de rechazo especialmente a todo lo que han sido sus acciones en los últimos días», enfatizó en alusión al llamado del gobernante a ocupar tiendas de una red de electrodomésticos a la que acusó de especular con los precios de venta, lo que en al menos una de ellas provocó un saqueo.
«No vamos a defender nunca a especuladores, pero tampoco al Gobierno que nos ha llevado a esta situación», sostuvo Capriles.
La crisis de Venezuela «no se soluciona con decretos, con el uso de la fuerza, con tener a la Fuerza Armada ocupada para que no hayan saqueos. Un país no se construye así», manifestó el dirigente opositor.
Añadió que si el Gobierno no cambia y rectifica, los venezolanos terminarán hartándose y puede haber revueltas en las calles, algo que está en la agenda del oficialismo y que rechaza la oposición, según dijo.
«Yo no creo que aquí haya que esperar hasta la mitad del periodo porque a este paso de destrucción que Maduro está llevando al país esto no puede esperar tres años», señaló Capriles en alusión a la posibilidad de convocar a un referéndum revocatorio en ese periodo de tiempo, como establece la Constitución.
Indicó que en Venezuela rige desde hace una década un control estatal de divisas que impide el libre acceso a la moneda extranjera y que ha convertido en saqueadores a los funcionarios del Gobierno.
«Aquí los que saquean todos los días son los del Gobierno», subrayó.
En ese contexto, Capriles cifró en 25.000 millones de dólares los que el Gobierno ha dado este año a «empresas fantasmas», por lo que le exigió que publique el listado de los importadores que han recibido las divisas que administra el Estado.
Capriles admitió que entre los dirigentes de la oposición existe «miedo a que la gente se resigne, se conforme y crea que es normal todo esto que estamos viviendo», pero reiteró que para poner fin a la crisis «nadie desea un golpe de Estado».
«No solamente se están acabando los dólares, (sino que) le están metiendo la mano al oro» de las reservas del país, que en 2008 exhibió un monto de 42.000 millones de dólares y que llega en la actualidad a 21.506 millones.
Frente a todo esto, «no podemos quedarnos de brazos cruzados», pero las elecciones municipales del próximo 8 de diciembre «serán el gran catalizador ante todos estos abusos», sostuvo Capriles.
EFE