Los cancilleres de México, José Antonio Meade, y Venezuela, Elías Jaua, acordaron hoy en una conversación telefónica cooperar para esclarecer el incidente en el que se vio involucrada una aeronave con matrícula mexicana en suelo venezolano.
«Ambos funcionarios acordaron que sus Gobiernos permanecerán en contacto» para «intercambiar información y cooperar para el cabal esclarecimiento de los hechos», señalaron en un comunicado conjunto los ministerios de Exteriores de los dos países.
El avión, un bimotor Hawker con matrícula mexicana XB-MGM, fue obligado a aterrizar la noche del pasado 4 de noviembre cuando sobrevolaba Venezuela y, una vez en tierra, sus ocupantes abandonaron la aeronave, que fue destruida posteriormente por los militares de ese país.
Desde entonces, México ha venido pidiendo explicaciones sobre el caso y ha expresado su disposición para cooperar con las autoridades venezolanas para resolverlo.
Durante la conversación de hoy, Meade dijo que ambos países deben hacer frente a los retos de la región «bajo una óptica de cooperación» y reiteró su solicitud de «información en relación a este incidente, en ejercicio de la soberanía de ambas naciones y en apego al derecho internacional».
Por su parte, Jaua afirmó que dará a México «todos los elementos en poder del Gobierno venezolano, con el propósito de coadyuvar al proceso de investigación de este incidente» en el marco de los respectivos marcos legales de ambos países.
El embajador de Venezuela en México, Hugo José García, fue convocado el lunes pasado a la cancillería mexicana para abordar el tema.
En dicho encuentro, Meade le instó a compartir con las autoridades mexicanas la información sobre los hechos, según un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México que no informó de la postura asumida por el diplomático venezolano.
Caracas ha informado a México que el avión ingresó al espacio aéreo «sin la respectiva autorización», que fue perseguido durante cuarenta minutos sin hacer caso a las llamadas de las autoridades y que después aterrizó en una pista clandestina y no se halló rastro de la tripulación.
Aunque Caracas no ha informado oficialmente a México de la carga que llevaba la aeronave, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó el domingo pasado que el avión estaba «full (lleno) de cocaína».
Según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México, la aeronave despegó del aeropuerto de la ciudad de Querétaro el 4 de noviembre con destino a las Antillas Holandesas, con siete personas a bordo, incluido piloto y copiloto, que presentaron licencias falsas.
En Bonaire desembarcaron cuatro de pasajeros y el quinto despegó cuatro horas después junto con los mismos pilotos con un plan de vuelo hacia La Ceiba (Honduras). EFE