La Asamblea Nacional analiza este jueves el pedido de superpoderes de Nicolás Maduro, quien se califica como «el Presidente justiciero» y quien a fuerza de rebajas compulsivas de precios e intentos de fijar márgenes de ganancias, adelanta una «guerra económica» contra la burguesía y el imperialismo.
A casi tres semanas de cruciales elecciones municipales, y en el marco de una economía golpeada por un 54% anual de inflación, sequía de divisas y problemas de abastecimiento de algunos productos, el presidente aspira a legislar por decreto durante un año en temas vinculados a economía y corrupción.
El miércoles, Maduro advirtió que ya tiene lista la primera iniciativa que servirá «para proteger los salarios, vigilar los costos, proteger los precios y poner límites razonables a las ganancias en todas las fases de la cadena económica».
El camino hacia la aprobación de la «Ley Habilitante» que daría superpoderes a Maduro quedó allanado esta semana cuando la mayoría chavista votó el desafuero bajo cargos de corrupción de una diputada tránsfuga devenida opositora y consiguió así el voto 99, que le da la mayoría especial de tres quintos exigida por la Constitución.
Los 99 chavistas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados deberían iniciar este jueves el rally para aprobar en la primera de dos lecturas el pedido de Maduro, a pesar de la batalla –solamente formal– que se espera presenten los diputados de la alianza opositora.
«Vamos a bajar todos los rubros. Por lo menos 50% tienen que bajar todos los precios abultados», advirtió en las últimas horas Maduro en pos de galvanizar el respaldo detrás del pedido de poderes especiales.
«No hay hueso sano en el capitalismo venezolano», puntualizó el jefe de Estado, quien en múltiples apariciones las últimas semanas, denostó a varios sectores a los que involucró en la «guerra económica» contra su gobierno.
Desde el «imperio norteamericano» como presunto organizador hasta la Iglesia Católica a la que cuestionó «¿por qué se queda callado el alto clero cuando salimos a defender a los pobres?», pasando por «los periódicos que defienden a la burguesía parasitaria» y los comerciantes que, al especular, «están traicionando» sus valores religiosos, todos tuvieron su rapapolvo presidencial.
El presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello –uno de los dirigentes de mayor peso dentro del poder chavista– indicó el lunes que la aprobación de la norma sería esta semana.
Fuentes de la Asamblea Nacional apuntaron que el cuerpo podría convocar a una nueva reunión el viernes o incluso sábado, para tratar en segunda y última lectura el pedido presidencial.
«Maduro es un títere fracasado del modelo cubano. Nos pretenden imponer un modelo que no funciona», rechazó esta semana el líder opositor, Henrique Capriles, quien perdió ante Maduro por escaso margen en las presidenciales de abril.
Mientras el Congreso se apresta a debatir los superpoderes para Maduro, las tropas siguen desplegadas custodiando los comercios obligados a rebajar precios y en los cuales multitudes de asalariados -que estan cobrando sus bonos anuales- vacían los anaqueles portando televisores y refrigeradoras en plena época prenavideña y preelectoral.