La policía disparó gases lacrimógenos para dispersar algunas de las manifestaciones del día de ayer
EL CAIRO. El presidente de Egipto promulgó ayer una ley que restringe las marchas y otras congregaciones públicas, una medida que podría despertar preguntas sobre las credenciales democráticas de un gobierno respaldado por el ejército.
Miles de manifestantes contra el gobierno se encontraban en las calles de El Cairo y otras ciudades cuando la nueva ley fue anunciada por los medios estatales. Las manifestaciones son cosa cotidiana desde que fue derrocado Hosni Mubarak hace casi tres años.
La nueva norma exige que los manifestantes pidan permiso por adelantado de la policía antes de congregarse en el futuro, de acuerdo con un borrador divulgado a medios.
«Esto es muy peligroso antes de las elecciones, en tiempos normales también, pero (particularmente) antes de las elecciones», dijo Ziad Abdel Tawab del Instituto de Derechos Humanos de El Cairo, agregando que podría afectar a las reuniones públicas como debates o marchas.
Rechazo
Los grupos de derechos humanos habían instado al presidente Adli Mansour a rechazar el borrador de la ley que le fue presentado por el gabinete instalado después de que el Ejército destituyó al presidente Mohamed Mursi de los Hermanos Musulmanes en julio.
«El borrador de la ley busca penalizar todas las formas de reunión pacífica, incluyendo manifestaciones y encuentros públicos y da al estado libertad de acción para dispersar congregaciones pacíficas con el uso de la fuerza», según un comunicado conjunto emitido el viernes por 19 grupos de derechos humanos en Egipto.
Miles de seguidores de los Hermanos Musulmanes y de Mursi llevaban a cabo protestas en El Cairo y en varias otras ciudades cuando las noticias fueron anunciadas. Los seguidores conmemoraban los 100 días desde que las fuerzas de seguridad dispersaron dos manifestaciones a favor de Mursi en El Cairo, causando la muerte de cientos de personas.
La policía disparó gases lacrimógenos para dispersar algunas de las manifestaciones el domingo. No hubo ninguna señal inmediata de reacciones a la nueva ley en las calles.
Los Hermanos Musulmanes han enfrentado la mano dura de las fuerzas policiales desde que Mursi fue quitado del poder. Miles han sido arrestados y sus líderes encarcelados.
Agencias