Venezuela se declaró hoy formalmente territorio libre de minas terrestres ante los estados parte de la Convención sobre la Prohibición de Minas Antipersona, o Convención de Ottawa, congregados esta semana en Ginebra en su 13º reunión anual.
El país completó así su compromiso con el artículo 5 de este tratado, que obliga a los países a despejar de minas todo su territorio, tras haber eliminado las últimas 658 minas que quedaban en el país en varias operaciones de desminado que tuvieron lugar entre febrero y marzo de este año.
«Venezuela se comprometió solemnemente a cumplir con la Convención y así lo hemos hecho utilizando nuestros propios recursos financieros, humanos y técnicos lo que demuestra nuestro compromiso con la erradicación del flagelo de las minas», anunció el General de brigada José Ramón Marcano, miembro del Comité de Desminado de la Fuerza Armada Bolivariana.
Según explicó Marcano a EFE, el territorio minado se concentraba en el sur del país, en la frontera con Colombia, donde fueron instaladas en los años noventa por las fuerzas armadas venezolanas para proteger los puestos fronterizos de posibles ataques de la guerrilla colombiana de las FARC que operaba en la zona.
En total se han limpiado 1.073 minas que estaban sembradas en 13 campos minados en la periferia de seis puestos navales y que en su conjunto ocupaban unas 18 hectáreas, «totalmente controladas por personal militar», aclaró Marcano.
La presencia de estas minas sólo han provocado una víctima desde que se instalaron, un miembro de las fuerzas armadas mientras realizaba las tareas de despeje de tierras. Estos campos minados se encontraban en enclaves dentro de la selva tropical del país, con fuertes lluvias e inundaciones regulares, lo que convirtió, según Marcano, en un «gran reto» las labores de desminado.
Venezuela se convierte así en el primer país de Latinoamérica en cumplir con la obligación de la Convención de Ottawa de limpiar sus tierras de estos artefactos, que todavía están presentes en Colombia, Ecuador, Perú y Chile, todos ellos Estados parte implicados en labores de desminado.
«Gracias a nuestras labores, contamos ahora con los conocimientos y la experiencia necesaria para ayudar a otros países afectados por minas antipersonal que se enfrentan a retos similares, contribuyendo así con el objetivo de que las Américas sean pronto un territorio libre de minas antipersonal», destacó.
En 2003, el país ya cumplió con la otra obligación del tratado de destruir todo su arsenal de minas antipersona, un total de 47.189 minas. La Convención, adoptada en Oslo en 1997 y firmada ese mismo año en Ottawa, entró en vigor el 1 de marzo de 1999 y cuenta con 161 estados firmantes.
Desde su entrada en vigor, millones de metros cuadrados de tierras que considerados peligrosos por la presencia de minas, han sido liberados y devueltos a su uso normal, además de haber destruido más de 44,5 millones de minas almacenadas en todo el mundo. EFE