El vicepresidente Jorge Arreaza abrió hoy la puerta a un debate sobre el precio de la gasolina en el país, que está entre las más baratas del mundo y supone al Estado un oneroso desembolso en materia de subsidios.
«Hay que dar grandes debates en Venezuela, hay que dar debates por ejemplo sobre lo fiscal, sobre el precio de la gasolina», dijo Arreaza en una entrevista con el canal privado Venevisión.
Un día después de la victoria del chavismo en las elecciones municipales, el vicepresidente dijo que el Gobierno va a «estudiar» y a «abrir consultas» con todos los sectores, incluyendo a los empresarios para «discutir las acciones y políticas para equilibrar definitivamente la economía en Venezuela».
Arreaza habló de «comenzar a cobrar la gasolina», cuyo precio está incluso por debajo de los costos de producción, y se mostró confiado en que el 2014 será un «buen año» para el país.
«Nosotros tenemos la certeza de que el 2014 va a ser un buen año para Venezuela, ya se terminó la guerrilla, la loquera de la derecha con su plebiscito, poniendo elecciones municipales como elecciones definitorias para el futuro de un Gobierno», dijo en referencia a los comicios de ayer, ya que en el 2014 no habrá elecciones.
En medio de una economía inmersa en un fuerte proceso inflacionario, el precio de la gasolina se mantiene congelado desde hace años, en un país que aún tiene fresco el recuerdo del llamado «Caracazo», en el que en 1992 una medida para subir el combustible encendió la mecha de un estallido social que causó un número aún indeterminados de muertos.
No es la primera vez que el Gobierno venezolano plantea la posibilidad de elevar el precio de la gasolina. El año pasado por estas mismas fechas el ministro de Planificación, Jorge Giordani, indicó que en Venezuela se debe acabar «lo regalado», como la gasolina.
En Venezuela el litro de combustible cuesta poco más de un centavo de dólar al precio oficial, un valor fuertemente subsidiado que le cuesta al Gobierno alrededor de 1.500 millones de dólares anuales. EFE