Al menos 76 personas, de las cuales 28 son niños, han muerto como consecuencia del bombardeo efectuado por helicópteros del régimen que preside Bashar al Assad en Alepo, en el norte de Siria, ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Las aeronaves han lanzado sobre la urbe bombas de barril, que son unos artefactos consistentes en barriles llenos de explosivos o petróleo que pueden causar un elevado número de víctimas por su escasa precisión e importantes daños materiales. El ataque aéreo provocó además la huida de numerosos civiles hacia zonas «seguras».
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha indicado en un comunicado que ha pedido a todos los civiles que están en zonas de Alepo controladas por el Gobierno que se alejen de los edificios gubernamentales porque podrían ser objetivo de los rebeldes en represalia por el ataque del domingo.
Posible represalia
anuncian rebeldes
Las fuerzas de Al Assad, que llevan más de dos años combatiendo contra los rebeldes que pretenden derrocar al régimen en un conflicto que ha dejado más de 100.000 víctimas, suelen realizar ataques aéreos y de artillería contra zonas controladas por los sublevados. Las fuerzas gubernamentales no han logrado retomar la zona oriental y central de Alepo, que fue tomada por los rebeldes en el verano de 2012, aunque sí han conseguido alejar a los sublevados de localidades situadas el sureste de esta gran ciudad
El Observatorio, que tiene una amplia red de informantes en zonas controladas por rebeldes y fuerzas gubernamentales, así como fuentes médicas, ha indicado que los sublevados están amenazando con atacar dos localidades chiíes que tienen rodeadas si vuelve a haber un bombardeo con bombas de barril.
Agencias