Tras unirse luego de años de pugnas en torno a cómo enfrentar al chavismo, la oposición venezolana debate ahora con diferencias públicas cómo barajar nuevamente sus cartas, especialmente con el nuevo escenario abierto por el llamado del Gobierno a un diálogo.
Dos semanas después de unas elecciones municipales en las que el chavismo se impuso con el 54 % de los votos a nivel nacional, el presidente, Nicolás Maduro, recibió en el Palacio de Miraflores a los alcaldes opositores electos, en un encuentro al que el líder de la oposición, Henrique Capriles, decidió no asistir.
La convocatoria al diálogo llega en momentos en que los principales dirigentes opositores exponen públicamente sus diferencias sobre el camino a tomar para mantenerse como una alternativa electoral al chavismo.
Las divisiones quedaron al descubierto tras las elecciones del 8 de diciembre, en las que pese a conquistar parte de las grandes ciudades de Venezuela y aumentar el número de alcaldías, la oposición también encontró motivos de preocupación al ver cómo el chavismo ganaba holgadamente en votos, municipios y margen de diferencia.
Una de las voces más críticas ha sido la del dirigente Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática, uno de los partidos más grandes que componen la heterogénea alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD).
Ramos criticó públicamente que figuras como Leopoldo López, de Voluntad Popular, o la diputada María Corina Machado lanzaran una propuesta que califico de «irresponsable» para convocar a una asamblea constituyente antes de los comicios, al tiempo de criticar a los dirigentes que, según sus palabras, buscan hacerse los «radicales».
«Hay partidos e individualidades que están pensando en la presidencia (…) Cómo se puede trabajar de manera unitaria si ni siquiera somos sinceros en la autocrítica, es imposible», dijo Allup al diario El Universal.
En el medio, se encuentra Capriles, cuyo liderazgo ha sido puesto en entredicho por algunos sectores al no prosperar su idea de convertir las pasadas elecciones en un plebiscito a la gestión de Maduro.
En una columna de opinión titulada «Unidad y humildad», López formuló la necesidad de hacer una revisión de los resultados electorales y de la estrategia empleada junto con una «reflexión de quienes plantearon la estrategia» y de «quienes acompañamos esa estrategia».
López puso en evidencia que al interior de la oposición todavía están abiertas las heridas por la posición adoptada tras las elecciones presidenciales de abril, cuando Capriles lideró los llamados a impugnar judicialmente los resultados, pese a que muchos sectores daban por descontado que el fallo sería adverso.
Sin elecciones previstas para el 2014 y sin el fallecido Hugo Chávez como su principal antagonista, los dirigentes de la oposición persiguen además distintas agendas y compiten también por posicionar individualmente entre el electorado a cada uno de sus partidos.
Para el diputado opositor Roberto Henríquez, presidente del partido socialcristiano Copei, «el problema es la necesidad de revisión de los partidos y de los liderazgos de la oposición».
«Debemos hacer un esfuerzo de revisión sobre los partidos y los mensajes que le damos al país», dijo Henríquez a Efe.
Al mismo tiempo, Henríquez remarcó que la oposición debe mantenerse unida y evitar caer en las divisiones internas vistas en el pasado, sobre todo entre quienes se inclinan por denunciar fraude o llaman a la abstención y aquellos que creen que es posible derrotar al chavismo en las urnas pese al desequilibrio de recursos.
Sin esquivar responsabilidades, el secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, sostuvo que esa plataforma debe hacer una lectura crítica de sus estrategias.
«Claro que la Unidad tiene que tener cambios para poder mantenerse. Para poder preservar la Unidad, que es un valor, que es un logro, la Unidad tiene que hacer cambios», indicó Aveledo pocos días después de las elecciones.
Enfrente, la oposición tiene un Gobierno que ha salido fortalecido tras ganar el 8 de diciembre un total de 242 alcaldías de las 337 en juego y que esta semana tomó la iniciativa al convocar al diálogo a los alcaldes opositores.
Capriles se mostró abierto al diálogo, aunque pidió que sea acompañado con «acciones» por parte del Gobierno. EFE