A pesar de las advertencias que hacen cada año las autoridades, los comerciantes informales ya empezaron a ofertar fuegos artificiales en el centro Caracas, donde de forma camuflada y a través de catalogo hacen su “agosto” para esta nueva temporada decembrina
Disfrazados de paragüeros y parados en las puertas de los establecimientos comerciales se encuentran los vendedores de los fuegos artificiales desplegados en todo el centro de Caracas. Sin embargo, se reconocen fácilmente por poseer en sus manos un catalogo y la forma de acercarse a los peatones.
Susurrándole al oído a todo aquel que transite por toda la Av. Universidad, enunciando su típica frase: “fosforitos, fosforitos, mini fosforitos al detal y al mayor”, es la manera, de vender de estas personas, con la intención de no quedar al descubierto ante los cuerpos policiales que casi siempre se encuentran en los alrededores.
Violan normas
A pesar de las advertencias y las inspecciones que hacen cada año las autoridades, la realidad es otra, pues la venta de algunos pirotécnicos no está completamente prohibida, pues al pasar los años se ha convertido en un trabajo extra para muchas personas, quienes por ganarse “unos realitos” comercializan estos tipos de juegos sin control alguno.
Pero la presencia de efectivos parece no importarles a estos buhoneros, dado que se han encargado de vender aquellos explosivos que precisamente ponen en peligro la vida de las personas.
“Estamos conciente que son peligrosos, pero no le vendemos a menores de edad, sino adultos, incluso aquellos que son permitidos”, expresó una vendedora quien omitió su identidad, expresando que es la única manera para obtener una “platica ahora en navidad”, es vender estos artículos.
Sin control
Sin embargo, durante un recorrido que realizó el equipo reporteril del Diario La Voz, a lo largo de la avenida, pudo evidenciar vendedores que comercializaban; el Pinocho, Super Pinocho, Traki Traki y silbadores, precisamente los juegos más peligrosos, prohibidos y de uso profesional. Sin embargo, en Caracas este comercio es como comprar como fácilmente un “pan caliente”.
A pesar que muchos de estos vendedores alegan que son pocos los que comercializan este tipo de explosivos, otros aseguran que aquellos que los venden, es bajo la complicidad de los funcionarios policiales, quienes por obtener una recompensa, se “hacen la vista gorda. Ellos pretenden resolver su diciembre matraqueándonos, pero quien le pone control a ellos”, dijo la una vendedora.
Los más llevados son las cebollitas, los fosforitos, como también volvieron a aparecer los globos del deseo, artículo que fue prohibido el año pasado por los riesgos de incendio que representan para los bosques y parques del país.
En el centro de Caracas los comercializan sin ningún problema, específicamente en los alrededores de la Plaza El Venezolano, donde hay hasta cuatro vendedores por esquina. Otro de los comerciantes, quien tampoco se identificó, señaló que los vendido todo su vida. “A la gente les gustan. Tengo de muchos colores, pero soy conciente solo se los vendo a personas mayores de edad ”, indicó.
Difieren opiniones
Y es que, de acuerdo a la opiniones de algunos padres, la Navidad representa otro tipo de diversión, en la que el niño sin la necesidad de arriesgar su vida, encendiendo estos pirotécnicos puede pasar un fin de año entretenido. “Yo no estoy de acuerdo que los niños manipulen este tipo de artículos”.
Así lo dijo Ofelia Bracho, quien manifestó que a ninguno de sus hijos le ha permitido comprar estos pirotécnicos, testimonio en la difiere Maria Soto, otra madre, quien explicó que aunque existe explosivos muy peligrosos, admite que no todos ponen en riego la vida de las personas, por ejemplo; “yo solamente le compro a mi hijo las estrellitas y las cebollitas y estoy pendiente cuando las encienden, porque de alguna u otra forma a ellos les gusta”.
Habilitados dos espacios
El comandante de los Bomberos de Caracas, William Martínez, informó Durante una inspección a locales que venden juegos pirotécnicos, que para la venta de fuegos artificiales solo están autorizados 2 espacios en la capital: El Poliedrito y las adyacencias de la Universidad Santa María, en Mariches.
Ratificó que está prohibido la venta de artefactos pirotécnicos para comerciantes informales y también es ilegal el almacenamiento de estos productos en tiendas o plazas. Señaló que los artefactos prohibidos son los globos del deseo, pues son «elementos de combustible sólido» y pueden generar incendios, al igual que el Pinocho, Papá Pinocho, están prohibidos por una resolución estadal.
Entre los pirotécnicos permitidos se encuentran como luz de bengala, que no tienen tanta pólvora, y pueden comprarse bajo la supervisión de padres y representantes.
Mairy Chourio / Mchourio@diariolavoz.net / @mairychourio