Miguel Pérez Abad
El gobierno del presidente Nicolás Maduro está consciente de los costos asociados a los permisos y trámites que deben cumplir los productores y productoras que deseen: o traer al país materias primas para producir bienes y servicios (que son la mayoría de los casos en el sector manufacturero), o importar bienes terminados cuando el mercado y las circunstancias del así lo exijan.
De allí que se haya tomado la decisión de crear la Comisión Presidencial para la Simplificación de Trámites Administrativos, la cual tiene como reto para el 2014 reducir los tiempos de importación de insumos a 180 a 90 o 45 días. Esto es una señal política favorable, porque se iniciará el próximo año de manera decidida a atacar una variable que, de lograr minimizarla, se impulsa los niveles de abastecimiento pleno.
Y esto a su vez (el abastecimiento pleno) mantiene bajo control otra variable que corroe el poder adquisitivo de la familia venezolana: la inflación. Dos pájaros de un solo tiro, pues, se matan con la reducción de la burocracia en la ruta del proceso de importar en nuestro país.
La Comisión Presidencial para la Reducción de Trámites Administrativo fue creada mediante decreto presidencial Nro 635, que se publicó en Gaceta Oficial 40.310 que circuló el 9 de diciembre de 2014. La misma está conformada por el vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, e integrada por el vicepresidente para el Área Económica y los ministros de Industrias, Ciencia y Tecnología, Comunas, Planificación y Comercio; mientras que el sector productivo privado está representado por Fedeindustria.
Ha sido público y notorio que el presidente Maduro está al tanto de las trabas que genera al abastecimiento pleno la permisería. Así lo demostró cuando se creó la comisión: “Hay muchos trámites engorrosos, hay mucho burocratismo, que tranca procesos claves para beneficiar a diversos sectores de la economía”, dijo en aquel entonces.
Hoy, podemos decir que se está haciendo honor a la palabra empeñada del primer mandatario nacional, aunque queda el desafío más importante, lograr el fin: el abastecimiento pleno y regular de todo tipo de alimentos, materiales de construcción (cemento, bloque, cabillas), materiales eléctricos, herramientas de trabajo, repuestos automotrices, entre una gama amplia y variopinta de bienes y servicios que requiere el país para su normal funcionamiento.
Recordemos que la comisión es un medio para lograr un fin y no un fin en si mismo. De allí que el éxito dependerá más de los resultados y en este último aspecto es que tenemos que partirnos el coco. Las condiciones están dadas para re-enfocarnos o hacer foco, según sea lo que demande la situación, en lo económico-productivo.