Diciembre sin duda alguna es un mes que representa entre muchas cosas la alegría. Desde hace más de 500 años entró a formar parte de nuestra cultura la celebración de un acontecimiento el cual es imposible no percatarse. Ese acontecimiento fue el nacimiento de uno de los hombres más influyente de la historia de la humanidad: El nacimiento de Jesús de Nazaret.
La lectura que hizo de su vida fue que en él mismo se cumplía la profecía judía de que nacería de entre ellos un hombre que vendría a instaurar un reino, ese reino sería el Reino de Dios en la tierra. Frente a esa profecía el pueblo judío, durante muchos años, se generó expectativas, esperando un Dios vestido de oro, con cetro y manto real, que gobernaría con rectitud apartando a los buenos de los malos y dando castigos presuntamente merecidos por las malas acciones.
Pero, con él sucedió aquello que expresa el refrán popular: “Una cosa piensa el borracho y otra el bodeguero”. Efectivamente en él se consumó la profecía (según los cristianos) pero de una forma muy distinta. Su reinado fue la postulación en palabra y obra de valores asumidos hoy día como valores universales; La solidaridad, la misericordia, la justicia, el derecho, la denuncia de la opresión y la esclavitud.
Cuentan los apóstoles que la forma en que Dios anunció su venida al mundo en forma de humano, pobre y como uno más del pueblo fue por medio del saludo de un Ángel a aquella que sería su madre en este mundo, dicho saludo fue así; “Alégrate María”. Luego también nos cuentan que María fue a visitar a su prima Isabel que estaba embarazada y dicen que ésta al escuchar la voz de su prima María, su hijo saltó de gozo en su vientre. Desde entonces, el nacimiento de Jesús se tradujo en un acontecimiento de alegría porque llevaba esperanza a un pueblo oprimido.
Para las personas creyentes, este mes sin duda alguna es un mes de esperanza. Para los no creyentes quizás signifique el aniversario del nacimiento de una figura que representa los más bellos ideales de una humanidad: solidaria con las personas empobrecidas, justa en donde cada cual tenga lo necesario para vivir dignamente, en donde a las personas les sean respetados sus derechos humanos, su dignidad.
Mes del Día Universal de los Derechos Humanos
En diciembre también conmemoramos el Día Universal de los Derechos Humanos. Fue el 10 de diciembre de 1948 cuando los Estados que formaban parte de la Organización de la Naciones Unidas para aquel entonces, aprobaron la Declaración Universal de Los Derechos Humanos luego de haber sufrido la humanidad los horrores cometidos en la segunda guerra mundial. Dicha declaración ha sido unos de los tantos pisos éticos y morales sobre el que descansan unas de las tantas prerrogativas de nuestra dignidad como seres humanos.
La declaración contiene muchos de los valores que en aquella época se concebían como mínimos indispensables para garantizar una vida en sociedad, en armonía, en paz e igualdad. A lo largo de los años se hicieron necesarios nuevos instrumentos jurídicos para concretar los cómos de los qué planteados en esa declaración. No obstante esos qué, siguen en constante evolución y día tras días la humanidad va descubriendo nuevas prerrogativas que se deben ir sumando a las ya consolidadas y consensuadas. Es por ello, que las luchas de personas y pueblos han sido la constante en nuestra historia contemporánea.
Si bien es cierto que la Declaración Universal fue el resultado de todo un proceso de lucha de muchas personas, esa lucha continúa. En este sentido esa Declaración Universal en su significación subyace: “un pica y se extiende”
Mes de mirar el camino andado
Diciembre es además el mes de los cuentos y los resultados. En este mes, casi inconscientemente nos preguntamos ¿Qué fue lo que hicimos durante este año con nuestras vidas?
Ahora bien, desde la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, como organización de derechos humanos podemos dar cuenta de nuestro servicio. Durante este año, seguimos acompañando de manera integral a personas víctimas de violación de derechos humanos. Acompañamos su dolor, su pérdida, su angustia, su incertidumbre, muy a pesar de las limitantes encontradas a raíz de la entrada en vigencia de la reforma del Código Orgánico Procesal Penal. No obstante, logramos alcanzar justicia en dos casos acompañados por nuestra organización. ¡Bendita constancia de las y los familiares de las victimas!
Continuamos con la formación sociopolítica de líderes y lideresas de las comunidades populares que hacen vida en distintos Consejos Comunales de las Parroquias La Vega, Coche y Caricuao. De esta forma, estuvimos en contacto permanente con la realidad de los sectores que día a día luchan por el sueño de una comunidad más justa y solidaria y que apoyan procesos de organización para el empoderamiento y fortalecimiento del poder popular.
Mantuvimos los esfuerzos conjuntamente con otras instituciones estadales y no estadales en el acompañamiento cercano a más de 50 escuelas de Delta Amacuro y el Zulia, así mismo continuamos con el compromiso de promover la formación en derechos humanos con docentes del país. Como organización apostamos conjuntamente con las maestras y los maestros de Venezuela en la creación de una escuela inclusiva, abierta e integradora de todos los actores y saberes de la sociedad.
Otro gran acontecimiento al que también adjudicamos como un logro de nuestra organización es el hecho que luego de 25 años de incidencia en las políticas públicas y de estar acompañando solidariamente a víctimas de tortura el Estado Venezolano, luego de un periodo moratorio de más de 10 años, haya promulgado una Ley Especial Para Prevenir y Sancionar la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos y Degradantes. Esto sin duda alguna sienta un precedente histórico de reivindicación a tantos años de lucha y tantas vidas destruidas por el hecho de la Tortura en nuestro país.
Como vemos, diciembre es un mes que nos invita a tener presente los logros y las luchas, los acontecimientos positivos que nos hacen recordar que la alegría, la esperanza, la fe en un mundo más humanos y más justo si es posible. Diciembre es una invitación altisonante a que nos mantengamos alegres en la esperanza. ¿Y ustedes que motivos tienen para mantenerse Alegres en la Esperanza?
Bryan Barrios Grafe
Alegría Judeocristiana