El otro equipo de la ciudad de Madrid derrotó 3-2 al Levante y piensa en la punta de la tabla
El Atlético de Madrid pasó la presión al Barcelona en el pulso por el liderato de la clasificación de la Liga con una victoria por 3-2 sobre el Levante, tan sufrida y esforzada como reflejó el marcador, resuelto con un gol de penalti del hispano-brasileño Diego Costa en el tramo final del encuentro.
Dos tantos marcó el ariete, al frente de la tabla de máximos goleadores del campeonato, en un duelo con inquietud para el equipo rojiblanco, primero capaz de levantar un 0-1, logrado en el minuto 1 por Ivanschitz, y después de reponerse al 2-2 contra un buen rival, para esperar desde el liderato el Getafe-Barcelona de este domingo.
El partido fue prueba exigente para el Atlético desde el inicio, porque se encontró con un nuevo escenario en esta temporada de Liga: un gol en contra nada más comenzar el choque. Sacó el conjunto local de centro, pero pronto robó el Levante, que merodeó un par de veces por el área contraria hasta que irrumpió con efectividad.
El buen pase profundo de Nikos tuvo continuidad en la decisiva maniobra del austríaco Andreas Ivanschitz, que superó al belga Thibaut Courtois con sólo un minuto disputado (0-1), contra un Atlético despistado al comienzo y con un Levante con el plan bien definido: presión en medio, velocidad arriba y repliegue en defensa.
Aún hubo más del equipo valenciano, con una aparición salvadora de Courtois a disparo de Barral, hasta la reacción del Atlético, que se lanzó a por el partido, arrinconó poco a poco a su oponente, al que sometió a infinidad de centros laterales y saques de esquina y al que ya no dejó ni un solo segundo de respiro en su retaguardia.
Ni con el empate, un cabezazo del uruguayo Diego Godín a la escuadra tras un envío desde la banda derecha de Juanfran (1-1, m. 29), detuvo su maquinaría el Atlético, que no bajó su velocidad ni para sacar de banda. Quería el balón en juego, con esa vivacidad en la que se encuentra tan suelto y tan superior a sus adversarios.
Por eso, el descanso fue reconfortante para el Levante, que no se cansó de despejar en el primer tiempo y que apareció una vez más, de nuevo con peligro, por el área de Courtois. Barral mandó fuera un forzado uno contra uno, tras un lío con la pelota del brasileño Miranda. Fue cerca del intermedio y todavía con 1-1 en el marcador.
Ya para ese momento, el Atlético había contado ocasiones suficientes para mandar en el resultado, apoyado en el incansable trabajo de Gabi y en la ambición de todo el grupo, premiada con el 2-1 instantes después del volver al terreno de juego, con una acción a balón parado, de esas que tantos puntos le han dado este curso.
Gabi ejecutó una falta lejana. Su envío, largo, al segundo palo, lo enganchó con un zurdazo Diego Costa (2-1, m. 47). El Levante parecía ya contra las cuerdas por la presión del conjunto rojiblanco, pero revivió por un fallo atrás del equipo madrileño: Koke se enredó con el balón y Pedro Ríos lo aprovechó para el 2-2.
Era el minuto 57. Vuelta a empezar para el Atlético, fuerza y convicción para el Levante y un partido abierto, entretenido, de nuevo con toda la responsabilidad para los locales, con la entrada al campo de Raúl García por Villa y Adrián por Koke y con media hora para reactivar su candidatura al liderato en esta misma jornada.
El Atlético ya jugó contra el cronómetro, contra el orden y la acumulación de futbolistas atrás del Levante y contra su propia urgencia, aliviada con un gol de penalti de Diego Costa (3-2, m. 57), su decimonoveno en 17 jornadas y el del triunfo de su equipo, que terminó el partido con tres saques de esquina en contra y como líder a expensas del resultado de este domingo del Barcelona en Getafe.