Si Pablo Picasso fue machista, Salvador Dalí tiene mucho de amante incondicional, ése que se entrega por completo a pesar de su manera particular de concebir el amor. Un genio que, por serlo, se convierte en una personalidad excéntrica. Muy tímido con todas las mujeres, menos con la que sería su alma gemela, Gala, una imagen idealizada desde la niñez, como en los cuentos de príncipes y princesas; añorada en la adolescencia, sueño hecho realidad en la adultez, compañera de vida durante 42 años.
- El genio del surrealismo
Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí, mejor conocido simplemente como Salvador Dalí, uno de los grandes artistas plásticos españoles del siglo XX junto a Picasso y Miró, nació una madrugada del 11 de mayo de 1904 en Figueres, Girona, y muere en 1989 también en Figueres.
Hijo del notario Salvador Dalí y de Felipa Doménech viene al mundo a los nueve meses y unos días después de la muerte de su hermano de 7 años a causa de una meningitis. De ahí que sus padres volcaran todo su afecto en él convirtiéndolo en un niño caprichoso, mimado y consentido.
A temprana edad, maravillado con la pintura impresionista de Ramón Pichot, amigo de la familia de Dalí, pintó su primer autorretrato.
En 1910 estudia en el colegio hispano-francés de la Inmaculada Concepción de Figueres, donde aprende el francés, la lengua de su cultura.
Dos años después toma los cursos de dibujo de su venerado Juan Núñez en la Escuela Municipal de Figueres. Ya a los quince años la pintura es su pasión. En 1921, en Madrid, asiste a la Escuela de Bellas Artes. Ahí conoce a García Lorca y a Luis Bruñuel.
En 1925 realiza su primera exposición individual en la Galería Dalmau, en Barcelona. Dos años después viaja por primera vez a París donde conoce a Pablo Picasso y en ese mismo año pinta su primera obra surrealista La miel es más dulce que la sangre, que García Lorca llamó El bosque de los aparatos.
Tres años después conoce a la rusa Gala Eluard, esposa del poeta Paul Eluard, quien sería el gran amor del pintor, y con la que contraería matrimonio en 1934. Al poco tiempo de casarse con Dalí, Gala fue sometida a una histerectomía.
En 1929, de nuevo, viaja a París y a través de Joan Miró entra en contacto con el grupo de surrealistas encabezado por Andrés Breton. En ese año se proyecta la película Un perro andaluz, en colaboración con Breton. Le siguen, en 1930, otros films como La edad de oro y Un perro podrido, momento en que Dalí halla su propio estilo, su lenguaje particular y esa forma de expresarse que lo acompañarían siempre, hasta su consagración como pintor.
De 1931 a 1933 participa en varias exposiciones individuales, como la de la Galería Pierre Colle de Paris, donde expone La persistencia de la memoria.
Publica en 1933 su primer libro Babalouo, en el cual da a conocer su concepción del cine. En años posteriores le siguen otros textos, prólogos, tesis y artículos en los que demuestra una gran envergadura intelectual.
En fin, la obra de Dalí atraviesa una serie de momentos en que sus pinturas van perfeccionando ese rasgo particular del surrealismo que lo convierte en uno de los pintores y artistas plásticos más destacados del siglo XX.
2 Un amor idealizado que se vuelve real
Gala, llamada realmente Elena Dimitrievna Diakonova- nacida en una familia de intelectuales, representa la dama idealizada de Salvador Dalí. Es una rusa que él conoció cuando estaba casada con el poeta Paul Eluard, a quien le fue infiel, y uno de sus amantes con quien lo engañó fue André Bretón. Gala tuvo hija, Celine, con Eluard.
Gala y Dalí se conocieron en abril de 1929 en un viaje a París para presentar la película Un chien andalou realizada junto a Luis Bruñuel. En ese momento, le presentan a Eluard, el esposo de Gala. Y a través de él, Dalí la conoce, se interesa en ella para luego enamorarse perdidamente hasta sentir una atracción fatal que lo lleva a idealizarla.
A Dalí no le importó que Gala estuviera casada, que llevara una vida disipada ni que fuera once años mayor que él. Menos aún le importó que su familia lo desheredara cuando se enteró de su unión con ella, pues, para él, esa mujer lo había hecho escapar de la locura y de la muerte para convertirse en su musa de inspiración y en su diosa, con quien mantendría una relación platónica. Ella habría sabido entenderlo y ayudarlo en ese contacto con la realidad en que un genio, aparte de inseguro, como lo fue Dalí, se pierde cuando debe enfrentarse a un mundo material. Ella se convierte en su administradora y en su promotora cultural.
- El lado oscuro de la relación entre Gala y Dalí
Se dice que aun cuando Gala y Dalí se casaron incluso por la Iglesia, ese matrimonio jamás se consumó porque ellos no tuvieron relaciones sexuales con coito. Se dice también que Gala tuvo relaciones con muchos hombres, amantes jóvenes, y hasta con mujeres, mientras estuvo casada con Dalí, e incluso en presencia de él, ya que él disfrutaba de esa experiencia. Esta conducta -para algunos estudiosos de la personalidad del pintor- es una especie de voyerismo que ambos disfrutaron.
La relación entre Gala y Dalí duró 42 años, pero en 1975 se convirtió en una pesadilla cuando la violencia física apareció, y hasta Dalí terminó buscando ayuda psiquiátrica para sobrellevar esa relación. Al final de ese vínculo, cuando Gala contaba con más de ochenta años, a causa de una discusión, se cayó de la cama; se fracturó varios huesos y a los meses falleció por ese accidente.
Los genios tienen su forma de amar:
- Los genios, como Salvador Dalí, Picasso y Diego Rivera, tienen una manera de concebir el mundo diferente al resto, que escapa de esa genialidad, que se manifiesta también en esa concepción atípica del amor que los acerca a la locura e incluso al horror.
- Exactamente así fueron Dalí y Gala, quienes vivieron un amor que se alimentó de sus patologías, inseguridades y aberraciones, para convertirse en dos excéntricos que llevan esa excentricidad a la relación de pareja.
LA VOZ DE LA MUJER //// Isabel Rivero de Armas