Salomon Benshimol
Debemos tener claro que significa y que mensaje nos ha de dejar esa navidad que acabamos de celebrar y descubrir su real y autentico significado, como humanos podemos equivocarnos en su significado, de ella hay muchas cosas que podemos recapacitar sin entrar en el plano teológico de los cual no hablaremos hoy, pero si lo tendremos que hacer algún día para estar claro y conciente que significo para el mundo que Dios, Nuestro Amado Señor, nos enviara a su hijo para que viviera y compartiera con nosotros humanos pecadores. Hay prácticas que no tienen nada de malo en sí, pero las cuales se vuelven perjudiciales cuando se convierten en un fin y no en un medio, distorsionamos la imagen de la navidad cuando se le da mayor énfasis a los medios con que se celebra. Algunas prácticas asociadas con la celebración de la navidad y que podemos tergiversar su esencia y significado.
El dar y recibir regalos no debemos verlo como algo malo o banal, lo malo sucede cuando se convierte en el fin de la celebración navideña. Debemos señalar que la navidad se ha comercializado de tal manera que esta época es controlada por los comerciantes por medio de la publicidad y la mercadotecnia. Lamentablemente lo que debería ser una fiesta espiritual familiar se ha convertido en una pesada carga financiera. Muchas personas incurren en grandes deudas, las cuales deben pagar durante largos meses.
En asociarla con la época en que se adornan las casas y se usa un árbol de adorno. Que bien se ven las casas arregladas, el problema surge cuando se le da prioridad a esto y no al mensaje que encierra la Navidad, sin embargo en muchos hogares en el mundo solo se ve solo el arbolito y el derroché y la fastuosidad, un hecho que cambia el sentido de las fiestas de las navidades ya que por estar libando, bailando y comiendo nos olvidamos del niño Jesús y lo dejamos solo en su pesebre, esto, muy grave por cierto, elimina la figura principal de la celebración y es la ausencia del Niño Jesús en el nacimiento o pesebre que nos ha de indicar la trascendencia de lo que aconteció hace 2013 años en un establo de un pueblito llamado Belén. La Biblia dice que “el reino de Dios no consiste en comida y bebida“. El problema es también cuando esta actividad es más importante que la esencia de la navidad y adquiere categoría de prioridad, si no hay pavo, no puede haber una buena navidad, por decir algo.
La navidad nos habla de la encarnación del Hijo de Dios. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Dios se hace presente en medio de la humanidad por medio de su Hijo, el meollo del asunto para los cristianos no debería ser celebrar o no la navidad, sino tomar una actitud apropiada y alabar que Jesús “El Salvador del mundo” vino a la tierra por medio de una mujer para estar en medio de los que iba a redimir. Es tan grande el desacierto de lo que realmente debe ser un navidad o mejor dicho el cumpleaños del Hijo de Dios que el mundo y la mercadotecnia ha tergiversado lo que nos enseña la Palabra de Dios.
La navidad además nos habla de la humillación de Cristo. Haciéndose hombre se identifico con las flaquezas y debilidades del resto de los hombres (sin distinción de genero), no vino a través de una familia muy importante y reconocida “sino que se despojó a si mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres” (Filipenses 2:5-7).
Feliz Navidad,