Las mujeres que comen nueces o mantequilla de cacahuate durante el embarazo pueden estar tranquilas, pues no incrementarán el riesgo de que sus hijos lleguen a tener alergia a los frutos secos, reaseguró un estudio nuevo. De hecho, los hijos de las mujeres que comen frecuentemente frutos secos probablemente tendrán menos probabilidades de tener problemas al consumirlos, hallaron los investigadores.
Las alergias al cacahuate se han incrementado en Estados Unidos, donde afectan a hasta 2% de la población, y otras naciones occidentales. Alguna vez se advirtió a las mujeres que no comieran frutos secos durante el embarazo para evitar detonar alergias en su descendencia, pero esa advertencia fue anulada posteriormente. Se realizaron estudios aquí y allá y algunos sugirieron que si las mujeres evitaban consumir frutos secos durante su embarazo, aumentarían las probabilidades de que un niño fuera alérgico a ellos.
La investigación nueva apoya esa teoría. Ésta involucró a más de 8.000 niños nacidos de enfermeras en un estudio estadounidense de largo plazo en el que se realizaron periódicamente preguntas sobre dieta y hábitos de salud.
Médicos y exámenes confirmaron que 140 niños tenían alergias a cacahuates o frutos secos como nueces, almendras o nuez pacana. Cincuenta y ocho tenían madres que eran alérgicas a frutos secos y 82 de ellos no. Examinando este segundo grupo, los investigadores encontraron que los niños de madres que consumían frutos secos al menos cinco veces al mes tuvieron 69% menos probabilidades de tener alergias a éstos que aquellos de madres que rara vez los comían.
«Nuestro estudio se suma a la evidencia de que la exposición temprana a alérgenos podría ser una manera de inducir tolerancia, pero no es el tipo de investigación que pueda demostrar causa y efecto», dijo el doctor Michael Young, un pediatra de la Facultad de Medicina de Harvard y del Hospital Infantil de Boston. Young encabezó el estudio, publicado el lunes en JAMA Pediatrics.
Una advertencia importante: Los investigadores no tuvieron información sobre la alergia de los padres a los frutos secos, la cual podría ser transferida a un niño. Las alergias pueden ser hereditarias, «pero el componente materno parecer ser más relevante», que los genes del padre, afirmó el doctor Young.
De todas maneras, los resultados apoyan la recomendación de que las mujeres no deberían restringir su dieta durante el embarazo, a menos que sean alérgicas a la los frutos secos, escribió en la revista a manera de comentario el doctor Ruchi Gupta, de la Universidad del Noroeste.
Los cacahuates son una buena fuente de proteína y ácido fólico, el cual previene ciertos defectos de nacimiento, afirmó Gupta. «Quienes van a ser madres deberían sentirse libres de saciar sus antojos con una porción de mantequilla de maní», agregó.
El grupo sin fines de lucro Food Allergy Research and Education (Investigación y Educación sobre Alergia a Alimentos) —con sede en Nueva York y que intercede a favor de personas con alergias y obtiene algo de financiamiento de fuentes de la industria— patrocinó el estudio pero no tuvo participación en el diseño ni en su realización.