«En el recuerdo más sentido de nuestro comandante (Hugo) Chávez declaramos inaugurada nuestra televisora de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, TV FANB», dijo Maduro desde las instalaciones del nuevo canal en Caracas.
Tras una fuerte crítica a la programación de los canales nacionales, el mandatario aseguró que TV FANB presentará «una nueva cultura televisiva» que dejará ver la «unión cívico-militar» y «la potencia de lo que es la Fuerza Armada».
Ya los militares venezolanos cuentan con algunos medios en el dial. Entre ellos la radio Tiuna, que inició transmisiones en 2006. En 2013 se estrenó también «La Voz de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana», una emisora de radio con 13 filiales en el país.
Hace cuatro meses, el recién electo presidente Maduro habría ordenado montar este canal, que contó con una inversión de 8,5 millones de dólares.
Según Maduro, la televisora – sintonizada por el canal 2501 en Venezuela y que debe transmitirse desde enero por las compañías de cable- emitirá documentales, novelas, videos, series y noticias sobre las fuerzas militares venezolanas y sus ejercicios, así como del fallecido Chávez. Además, retransmitirá programación de los canales estatales.
El mandatario prometió que para febrero de 2014, el gobierno inaugurará otro canal, esta vez dedicado a la juventud.
En Venezuela, la relación del gobierno con los medios de comunicación ha sido confrontativa desde los tiempos del fallecido exmandatario Hugo Chávez y, ahora, se ha mantenido con Maduro, quien ha creado espacios en sus canales estatales para hacer frente a una «guerra psicológica» que asegura es orquestada por los dueños de medios.
Distintos analistas consideran que Maduro ha generado un «reposicionamiento» en su relación con los medios siguiendo la línea de Chávez, pero ahora con «otros mecanismos de presión».
Entre ellos, la venta de algunos medios de comunicación, como el canal de noticias Globovisión, férreo crítico del gobierno por años y único espacio en el que se daba cobertura a los actos de oposición.
Tras su venta, sus nuevos dueños anunciaron un giro de su línea editorial hacia el «centro» y dejó de transmitir en directo las intervenciones de la oposición.
AFP