El Papa Francisco dijo que los hombres que estudian para convertirse en sacerdotes de la Iglesia Católica deberían ser debidamente entrenados o la institución se arriesga a «crear pequeños monstruos» más preocupados por sus carreras que por ayudar a los pobres.
En declaraciones hechas en noviembre pero publicadas el viernes, Francisco también dijo que los sacerdotes deberían dejar la comodidad y mezclarse con los marginados de la sociedad, puesto que de lo contrario se arriesgan a convertirse en «ideólogos abstractos».
El diario jesuita italiano Civiltá Cattolica publicó en exclusiva un texto de una reunión de tres horas a puertas cerradas del pontífice argentino con responsables sacerdotales de todo el mundo, que tuvo lugar a fines de noviembre.
«La formación (de los futuros sacerdotes) es una obra artesanal, no policíaca. Tenemos que formar el corazón. De otro modo formamos pequeños monstruos. Y después, estos pequeños monstruos forman al pueblo de Dios. Esto realmente me pone la piel de gallina», afirmó el Papa.
Desde que fue elegido en el 2013 como primer Papa no europeo en 1.300 años, Francisco ha instado a sacerdotes, monjas y obispos a pensar menos en sus carreras en la Iglesia y escuchar más las necesidades de los católicos de a pie, especialmente los pobres.
Tras asumir las riendas de una institución lastrada por los abusos sexuales a niños y otros escándalos, además de la pérdida de fieles, Francisco ha intentado volver a centrarse en las enseñanzas católicas de compasión, simplicidad y humildad.
La conversación del Papa con los miembros de la Unión de Superiores Generales es importante porque éstos transmitirán los deseos del pontífice directamente a los sacerdotes en sus órdenes religiosas en todo el mundo.
Agencias