Después de haber sido vista colmada de vendedores informales, esta zona popular del municipio Sucre muestra su mejor cara, dado que a pesar que permite disfrutar de una mejor transitabilidad, pone al descubierto aquellas fallas que tienen las aceras y vialidad que son difíciles de notar
El reordenamiento de La Redoma de Petare, perteneciente al municipio Sucre, con la reubicación de los trabajadores de la economía popular y los transportistas en espacios dignos, han formado parte de los proyectos anunciados por algunos gobernantes, pero hasta el sol de hoy sigue sin materializarse y convirtiéndose en un problema, dado que los buhoneros, basura y delincuencia dan como resultado un caos.
Quienes transitan por este lugar aseguran que los verdaderos protagonistas de este completo caos son los trabajadores informales, quienes además de impedir una libre transitabilidad, también contribuyen a la suciedad, pero precisamente esa aseveración se nota justo cuando se encuentran de vacaciones.
Mejor transitabilidad
Desde el primero de enero, esta popular zona muestra una nueva faceta que es totalmente desconocida por muchos, pues la falta de buhoneros hace estos espacios sean disfrutados, pero también pone en evidencias las fallas y deterioro que están presentes en el lugar.
Y es que, aunque algunos transeúntes disfrutan de esta calma y tranquilidad, puesto que los trabajadores informales por vender sus productos vociferan su mercancía, generando contaminación sónica, también se sienten más seguros, pues a su juicio la economía informal atrae a los delincuentes.
Martha Sánchez, nombre ficticio para resguardarse, manifestó que si bien es cierto muchas personas se sirven de las ofertas que brindan estos trabajadores, pues los productos se ajustan al bolsillo de los compradores, pero no es razón alguna para que “nosotros soportemos atropellos por parte de ellos, pues muchos se aprovechan de esta condición y tienen invadidas las aceras y parte de la vialidad.
Cuenta que muchos de estos vendedores generan más basura de loa habitual. “Hace poco observé uno de ellos pelar y limpiar las frutas y verduras y todos aquellos desperdicios los arrojaba en el piso y otros en las alcantarillas, lo que generaban que representaba un problema cuando llovía, puesto que los desagües quedaban obstruidos”.
Reubicación
Testimonio que ratificó, Mercedes Espinosa, otra transeúnte quien explicó que mientras la Redoma de Petare se encuentre libre de buhoneros, la calma reinará, incluso, los índices delictivos se reducirán. La exigencia es precisa, dice la entrevista, no se trata de eliminarlos, porque realmente se ganan la vida ejerciendo su actividad comercial, el punto focal es reubicarlos en un sitio sin que perjudique a los peatones.
Resaltó que estando libre esta popular zona, se evidenciaron que existen áreas verdes, al igual que las aceras que están totalmente destruidas, pero también pudo apreciar lo deteriorada que se encuentra este lugar que podría recuperarse, puesto que el espacio se presta para caminar, patinar e incluso hacer cualquier actividad recreativa para los niños que estos los comerciantes informales no permiten apreciar.
“La verdad es que me sorprendí al ver que aquí hay pequeños jardines. Pero es bueno ver como los abuelitos están disfrutando de la placita que esta en el sector de la estatua, cosa que normalmente no pueden hacer por los buhoneros, ojala la recuperen”, comentó Espinosa.
Sin embargo, expresa la transeúnte, que la vialidad se encuentra en estado deplorable y algunas esquinas totalmente destruidas que se ocultan en entre la basura que “generan estos vendedores, pues yo creo que más de despejar esta zona de la economía informar, para embellecerla y restaurarla cualquier persona disfrutaría de un tarde en este lugar”.
Mercado inconcluso
El regreso de los buhoneros de la Redoma de Petare no tiene una fecha establecida, pero sí tienen previsto que será durante el mes de febrero cuando la Alcaldía de Sucre les entregue los permisos correspondientes. Sin embargo, Luis Acuña, una comerciante, advirtió que si este mercado es ocupado durantes estas fechas de enero, “nosotros saldremos a la calle”.
Un comerciante que prefirió no revelar su identidad, indicó que el mercado popular de La Urbina –que promete ser parte de la erradicación de la economía a cielo abierto- ya tiene más de dos años en construcción , pero espera anheladamente que sea de una vez por todas inaugurado, dado que fueron una de las promesas del recién reelecto alcalde Carlos Ocariz.
“Nosotros tenemos que trabajar, todo está muy bonito, pero no tenemos más opción, ya que somos padres y madres de familia”, resaltó.
Mairy Chourio / Mchourio@diariolavoz.net / @mairychourio