El presidente uruguayo José Mujica afirmó que las relaciones con Argentina están «un poco obturadas» luego de la renovación del permiso a la planta celulosa UPM en Uruguay, que incluyó un incremento de la producción de 1,1 a 1,2 millones de toneladas anuales.
En una entrevista con el diario chileno El Mercurio, Mujica aseguró que la crisis con el gobierno de la presidenta Cristina Fernández «es más dura» que la que se generó cuando un micrófono quedó abierto y el mandatario uruguayo se refirió en duros términos a su colega argentina.
Mujica defendió una vez más la renovación de la planta de la empresa finlandesa UPM, en noviembre de 2013, y señaló que «nos estábamos jugando una fábrica que no es para mi gobierno, es para 2017, pero es importante para el Uruguay». En un principio la planta fue proyectada por la compañía Metsa-Botnia, también finlandesa, pero posteriormente fue transferida a UPM.
«Este es un país pequeño y una inversión de 3.000 ó 4.000 dólares ¡es mucha plata! Y bueno, tengo la obligación de pelear por ello para mi país. La Argentina, claro, estaba en un período electoral y le cayó mal», añadió.
Mujica sentenció también que en Argentina tienen papeleras, y las tienen que cambiar porque son de la «época del ñaupa (sic). Son de las que dañan el medio ambiente».
La instalación de UPM, a orillas del río Uruguay, provocó una seria disputa entre Montevideo y Buenos Aires que llegó hasta la Corte de La Haya, instancia que en 2010 permitió que la planta siguiera operando al no comprobarse la supuesta contaminación que según Argentina afectaba el curso de agua compartido.
La fábrica comenzó su producción en noviembre de 2007.