De acuerdo con el resumen del texto divulgado ayer por el Instituto de Pakistán para Estudios de Paz (PIPS), en 2013 se registraron 1.717 atentados, que también causaron heridas a 5.438 personas
ISLAMABAD. Los muertos a causa del terrorismo en Pakistán aumentaron en 2013 un 19% respecto al año anterior y se situaron en 2.451, frente a la tendencia a la baja que se inició a partir de 2010, según un informe anual sobre seguridad.
De acuerdo con el resumen del texto divulgado hoy por el Instituto de Pakistán para Estudios de Paz (PIPS), en 2013 se registraron 1.717 atentados, que también causaron heridas a 5.438 personas, un incremento del 42% respecto al año anterior.
Los 2.451 muertos en 2013 en ataques terroristas en el país asiático -relacionados con violencia sectaria, nacionalista o de los insurgentes talibanes- contrastan con los 2.050 fallecidos de 2012, los 2.391 de 2011 y los casi 3.000 de 2010.
La tendencia de reducción del número de muertos en ataques terroristas comenzó después de que en 2009, el año más sangriento de la historia de Pakistán con más de 3.000 fallecidos, el Ejército lanzara dos grandes operaciones militares contra los talibanes.
Según el informe, el 61% de los 1.717 atentados perpetrados en 2013 -46 de ellos suicidas- fue llevado a cabo por miembros de la principal facción talibán del país, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), y sus aliados. Las acciones del TTP causaron 1.418 muertos y heridas a 3.408 personas.
El PIPS destaca en su estudio que la mayoría de los fallecidos, 2.113, fueron víctimas de ataques terroristas perpetrados en la segunda mitad del año, desde que en junio el nuevo primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, juró su cargo.
Los intentos gubernamentales de negociar con el Tehrik-e-Taliban Pakistan han chocado con las dudas en el seno del gabinete de Sharif, con disidencias en la insurgencia y, finalmente, con el escollo de los «drones» (aviones no tripulados) estadounidenses.
El 31 de octubre, justo el día que el Ejecutivo anunció el inicio inminente de la negociación, el bombardeo de un avión espía acabó con la vida del líder del TTP, Hakimulá Mehsud, y dio al traste con la titubeante iniciativa de paz.
Agencias