Al menos 39 ballenas murieron, al quedar atrapadas en una playa de Bahía Golden en Nueva Zelanda.
Según el informe del Ministerio de Conservación, las ballenas encallaron durante la marea alta, y cuando intentaron salvarlas, la fuerza del viento complicó el operativo.
Al menos 12 mamíferos murieron y el resto tuvo que ser sacrificado para evitar un largo sufrimiento.