El presidente Nicolás Maduro propuso este miércoles un plan de pacificación de Venezuela para 2014 al instalar una comisión con un centenar de gobernadores y alcaldes de los municipios más violentos del país, oficialistas y opositores, para hacer frente a los altos índices de criminalidad.
«Dejo instalada oficialmente esta jornada de trabajo que arranca el día de hoy y que se va extender durante un mes de acciones, y aspiro a que en un mes que tengamos un plan conjunto y tengamos una ley de pacificación nacional», declaró Maduro en un acto en el Palacio de Miraflores con los gobernadores y alcaldes, entre los que figuraba el líder opositor Henrique Capriles, gobernador del estado de Miranda.
Maduro convocó esta reunión con los 79 municipios más violentos -que concentran el 80% de los hechos delictivos- tras el homicidio de una ex reina de belleza, Mónica Spear, y su esposo, que conmocionó a un país que según una reconocida ONG tiene la segunda mayor tasa de asesinados del mundo, 79 de cada 100.000 habitantes.
«Nadie se puede cruzar de brazos, el asesinato, la violencia, la masacre contra esa joven venezolana y su esposo, es una bofetada para todos, todos tenemos que asumir la responsabilidad, yo asumo la mía», declaró Maduro, que instó a la oposición a dejar de lado las diferencias políticas y a trabajar conjuntamente con el gobierno para combatir la inseguridad.
El mandatario, que adjudicó 10.000 millones de bolívares (1.700 millones de dólares al cambio oficial, diez veces menos al paralelo) a los estados y municipios para fortalecer sus fuerzas de seguridad, propuso que la comisión instaurada este miércoles «tenga resultados concretos» en un mes para construir «un país de paz».
Entre otras cosas, Maduro se refirió a la necesidad de progresar en el plan de desarme, en la mejora de las fuerzas de seguridad y de las atiborradas cárceles del país y en la atención a las víctimas.
«Debemos ir hacia la coordinación, homologación y centralización de las policías nacionales, regionales y municipales», aseguró.
Además, pidió a los medios de comunicación «de la derecha» que no manipulen a la hora de informar sobre hechos de violencia.