En nuestro mundo hiperconectado -en el que las cenas son interrumpidas por teléfonos inteligentes y donde 75% de nosotros (según los más recientes estudios) revisamos nuestros mensajes mientras estamos en el baño- es fácil adivinar por qué, para los fabricantes, es difícil encontrar un espacio en el mercado.
Por eso, muchas empresas están dirigiendo su atención más allá de nuestras horas de vigilia y se concentran en el mundo de los sueños.
Varias aplicaciones y programas ya vigilan cómo nos movemos en la cama, pero es una notoria tendencia este año en la mayor feria del mundo dedicada a la tecnología, el Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas, la cantidad de innovaciones que prometen a ayudarnos a tener una buena noche o por lo menos averiguar por qué nos sentimos tan cansados.
Una empresa, Sleep Number, se toma este tema muy en serio. Su «supercama» de US$8.000 -lanzada en el CES– está equipada con tecnología de monitoreo que envía sus datos a una aplicación para tableta, la cual puede ser revisada en el día.
En primer lugar, la cama analiza los movimientos de todo el cuerpo, una ventaja sobre los monitores básicos de estado físico que se limitan a los movimientos de la muñeca o al área donde el dispositivo está conectado.
En segundo lugar, se puede saber quién es quién en la cama, por lo que si una persona tiene una noche de insomnio, la aplicación revelará si fue culpa de la persona inquieta a su lado.
Si es necesario, se puede alterar la firmeza de la cama en un solo lado, ayudando a que uno de los usuarios se sienta cómodo sin molestar al otro. Y otra característica, probablemente para deleitar a las parejas que tanto han sufrido en todo el mundo, es la supuesta capacidad de la cama para ayudar a dejar de roncar.
Al mecer suavemente hacia arriba y hacia abajo al responsable de los ronquidos, la cama abre sus vías respiratorias sin interrumpir su sueño. «Últimamente no dormimos lo suficiente», dice Pete Bils, de Sleep Number.
«Esto hace que pongamos especial interés en la calidad del sueño que tenemos».
Lámparas relajantes
Ese es un punto de vista compartido por muchos que piensan que la manera de descansar en la edad moderna no es sólo irse a la cama temprano, como sugeriría una madre, si no dormir de forma más inteligente, aprovechando al máximo el tiempo que se pasa entre las sábanas.
Por ejemplo, un participante del CES que no quiso ser identificado por temor a ser regañado dijo que, con regularidad, su novia tenía problemas para dormir.
El problema, que descubrió gracias a un dispositivo de seguimiento del sueño, era que ella se iba a la cama muy temprano, lo que la ponía innecesariamente inquieta durante la noche.
El punto es, según argumentan los partidarios de esta tecnología, que históricamente no se ha prestado mucha atención a cómo dormimos, más alla del tiempo en que nos vamos a dormir y la hora en que nos levantamos.
«Pasamos un tercio de la vida en la cama», dice Alain Amador de Withings, de la compañía francesa que ha presentando esta semana «Aura», su propia tecnología de monitoreo de sueño.
«Hasta ahora sólo hemos hecho seguimiento, pero no existe nada que te ayude a dormir y a despertar».
El producto de Withings se centra en una lámpara especial y muy colorida. Si quiere caer dormido, la lámpara emite sonidos relajantes y una luz suave, de color rojo, en la habitación.
Está demostrado científicamente, según Withings, que el color estimula la liberación de la melatonina, una hormona que provoca la sensación de somnolencia.
Por la mañana, una luz azul provoca el efecto opuesto, la supresión de la melatonina, y nos anima a despertar y estar más alertas.
Un sensor colocado bajo el colchón hace que Aura también esté tomando nota de cuando uno se está moviendo, de modo que no lo despierta cuando está en el sueño profundo.
Eso significa que, en teoría, uno se levanta de la cama de un humor menos gruñón.
«Pijamas para los oídos»
Hay cerca de una docena de tecnologías en el CES que se ocupan específicamente de las cuestiones relacionadas con dormir, lo que lleva a pensar que se trata de una moda.
SleepPhones ofrece una banda para la cabeza de reproducción de música que describe como «pijamas para los oídos», mientras que la bombilla Good Night, de Lighting Science, aparentemente filtra las ondas de luz que «se interponen en el camino de la melatonina».
Pero el analista Brian Blau, de la consultora Gartner, dice que tal vez debe dárseles a los productos más crédito por resolver un problema descuidado por un largo tiempo y padecido por muchos.
«En el campo de la medicina, para diagnosticar los problemas de sueño hay que ir a un centro especial y quedarse allí varias noches», explica.
«Así que, tal vez, estos productos para el sueño pueden ayudar a algunas personas con sus problemas».
Pero, ¿ahora qué sigue?
Si la tecnología hace que caigamos dormidos profundamente de una manera más rápida y mejor, ¿qué otros artilugios puede ofrecer?
Remee –que no estuvo exponiendo en el CES- encabeza la lista con su máscara para dormir que, asegura, aumenta la frecuencia de sueños lúcidos (aquellos en los que uno es consciente de que está soñando).
Seis pequeñas luces de LED brillan en los ojos del usuario, aunque no tan fuerte como para despertarlo pero sí para aumentar ligeramente su estado de alerta, lo suficiente como para desencadenar la lucidez.
Esto podría allanar el camino para controlar nuestros sueños y las cosas que vemos en ellos.
Sin embargo, cualquiera sea la tecnología, no puede evitar un hecho inevitable: eventualmente habrá que salir de la cama.
BBC