El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha comenzado el año con cambios en su Gabinete para refrescar un equipo de trabajo que tiene ante sí complicados temas pendientes como la situación económica y la inseguridad, mientras refuerza el tono conciliador.
El gobernante anunció esta semana la renovación de responsables en siete carteras: Educación, Educación Superior, Deporte, Juventud, Industria, Trabajo y Presidencia para “ajustar” y “mejorar” la marcha de su Gabinete.
Los cambios, que apenas presentan tres caras nuevas y hacen rotar a cuatro ministros de cartera, dan continuidad sin embargo al proceso de modificación paulatina del Gobierno que Maduro heredó del fallecido Hugo Chávez, acumulando ya variaciones en doce ministerios y una vicepresidencia desde que asumió el poder el 19 de abril de 2013.
“Tengo la impresión de que no van a ser todos los cambios que haga Maduro”,indicó a Efe el presidente de la encuestadora Consultores 30.11, Germán Campos, para quien hay, sin embargo, “un reacomodo más en las políticas que en los nombres”.
Los reemplazos no han presentado grandes novedades en cuanto a caras y en su mayor parte obedecen a enroques en las responsabilidades.
Quizá lo más notorio de esos movimientos haya sido la salida de María Cristina Iglesias en la cartera de Trabajo, tras doce años junto a Chávez, para trabajar, según dijo Maduro, en el próximo Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Sin embargo, todos los ojos están puestos en las decisiones que pueda tomar Maduro en las próximas semanas en el terreno económico para responder a los problemas de un país que cerró 2013 con un 56,2% de inflación y una ralentización de su crecimiento, mientras la escasez y el desabastecimiento continúan.
El presidente venezolano ha dicho que tiene “la segunda fase del plan de ofensiva económico casi listo” y que lo lanzará en los próximos días.
“Los cambios reales, los cambios que pueden marcar realmente el 2014 no se han dado todavía que son los económicos”, indicó a Efe el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León.
Para León, el Gobierno se prepara para tomar decisiones y algunas de ellas serán “impopulares, incluso en contra de sus propios (seguidores) radicales, porque no hay forma de resolver la crisis si no es fundamentalmente devaluando implícita o explícitamente” la moneda y negociando con sectores políticos y empresariales.
El proceso de sustituciones ministeriales se produce en momentos de profunda conmoción en Venezuela por la noticia del asesinato de una popular actriz y ex reina de belleza junto a su marido, tiroteados en una autopista en presencia de su hija de 5 años, que resultó herida.
El suceso llevó a los venezolanos a redoblar sus demandas de solución para la criminalidad, que cada año acaba con la vida de 11.000 personas según el Gobierno, cifra que organizaciones no gubernamentales colocan en casi 25.000.
Maduro respondió insistiendo en su apuesta por la concertación con la oposición y llamando a gobernadores y alcaldes de todo signo político, incluido el líder opositor Henrique Capriles, gobernador del estado Miranda (centro), para buscar soluciones conjuntes y coordinar una estrategia de respuesta al crimen.
Con Capriles y Maduro dándose la mano y reunidos en un mismo salón, Venezuela da una vuelta a la página y parece alejarse de la aguda crispación que vivió tras las elecciones del 14 de abril del año pasado, que ganó por estrecho margen el presidente en lo que el líder opositor considera un fraude.
El mandatario comenzó a mostrar un tono conciliador en diciembre, tras las elecciones municipales, una cita de la que salió ampliamente reforzado.
Entonces, Maduro hizo una convocatoria sin precedentes a los alcaldes opositores para trabajar de forma conjunta en los problemas que afrontan.
Con un año por delante sin elecciones, algunos analistas como el politólogo John Magdaleno creen que la estrategia de la polarización que ha utilizado el chavismo de forma sostenida durante los últimos años puede no ofrecer los beneficios habituales y por ello deje paso a una nueva etapa por razones “tácticas”.
“Esta moderación es real, observable, ese gesto de darle la mano a Capriles es un gesto de pasemos la página, pero esto es táctico, no responde a un cambio significativo de la estrategia política global” del Gobierno, indicó a EFE Magdaleno.