Las explosiones de varios coches bomba provocaron el lunes la muerte de al menos 21 personas en Bagdad, dijo la policía, en hechos de violencia que coincidieron con una visita a la capital iraquí del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
El ataque más letal ocurrió en el distrito principalmente chií de Shaab, en el este de Bagdad, donde un coche bomba explotó en una zona comercial, dejando 11 muertos y 28 heridos.
Aunque ningún grupo insurgente se adjudicó la responsabilidad, los atentados parecían ser parte de la incesante campaña de militantes inspirados en Al Qaeda que buscan socavar el Gobierno del primer ministro Nuri Al-Maliki, quien pertenece a la comunidad musulmana chií.
Hombres armados también atacaron un puesto de control en el sur de Bagdad y causaron la muerte de tres policías. Cuatro efectivos resultaron heridos, dijeron autoridades locales.
El año pasado fue el más violento en Irak desde el 2008 y se contabilizaron unas 9.000 muertes, de acuerdo a cifras de Naciones Unidas.
Tras su llegada a Bagdad, Ban dijo en una rueda de prensa luego de reunirse con Maliki que estaba preocupado por el espiral de violencia e instó a los líderes iraquíes a afrontar sus causas subyacentes.
El 1 de enero, militantes suníes emboscaron las ciudades occidentales de Falluja y Ramadi en un franco desafío al Gobierno, lo que alarmó a Estados Unidos, cuyas tropas pelearon cruentas batallas con insurgentes en Falluja en el 2004.
El lunes, los militantes lanzaron morteros desde el centro de Falluja hacia una base del Ejército situada en las afueras de la ciudad y los soldados respondieron el fuego, causando la muerte de dos personas y dejando ocho heridos, dijeron fuentes policiales y fuentes de hospitales.
No hubo información sobre bajas entre las tropas iraquíes.
Agencias