ANTUNEZ, México. El gobierno de México comenzó un nuevo intento por sofocar la violencia generada por enfrentamientos entre grupos de autodefensas y un cartel de drogas en el estado occidental de Michoacán, pero el plan se vio manchado el martes tras una confrontación entre soldados y civiles que según testigos estaban desarmados.
Periodistas de The Associated Press vieron los cuerpos de dos fallecidos y hablaron con familiares de una tercera persona reportada como muerta. Entre ellos no había mujeres ni niños, contrario a las afirmaciones iniciales de un portavoz de las autodefensas.
La Procuraduría General de la República señaló que no podía confirmar un número de muertos, mientras la Secretaría de Gobernación -responsable del área de seguridad del Ejecutivo- dijo no tener información de que soldados hubieran disparado contra civiles desarmados.
«¿Así quieren proteger al pueblo? No los queremos», dijo Gloria Pérez Torres mientras se lamentaba sobre el cuerpo de su hermano Mario, de 56 años, una de las víctimas en la confrontación con militares ocurrida en las primeras horas del martes.