En el incidente apodado por la prensa como «el ataque de huevos» o «el hueveo», perpetrado supuestamente por el «mal huevo» Justin Bieber, el cantante canadiense habría causado daños de 20.000 dólares al arremeter contra la casa de su vecino el jueves pasado.
Según la ley de California, el monto del daño convierte este vandalismo en un delito grave, por lo que la policía ejecutó una orden de allanamiento el martes en busca de videos de vigilancia y cualquier otra evidencia que vinculara a Bieber con los ovo-proyectiles.
Una decena de vehículos policiales aparcaron a las 8 de la mañana frente a la casa del joven en Calabasas, un exclusivo barrio al noroeste de Los Ángeles, y 12 oficiales sorprendieron al cantante y a cerca de ocho personas más en una redada en la que, de paso, hallaron drogas y se llevaron detenido a un individuo por posesión de estupefacientes.
La droga «estaba a plena vista de los oficiales cuando fueron a buscar evidencia» por el ataque de los huevos, dijo el teniente Dave Thompson, portavoz de la oficina del sheriff (alguacil) de Los Ángeles, en una conferencia de prensa a media jornada.
Si bien fue identificada inicialmente como cocaína por la policía, horas más tarde los portavoces del sheriff afirmaron que «nada está confirmado».
«Es una sustancia controlada, pero no sabemos si es cocaína. No lo sabremos hasta que vaya a un laboratorio y sea examinada», dijo a la AFP la sargento Arballo.
El diario local Los Angeles Times informó que podía tratarse de Ecstasy o Molly, términos coloquiales para referirse a la droga sintética MDMA.
El teniente Thompson aclaró que Bieber no había sido vinculado directamente al narcótico, pero un individuo que estaba en su residencia fue puesto bajo custodia.
De acuerdo al portal del espectáculo TMZ, el detenido fue el rapero Lil Za, un amigo y compinche de juergas muy cercano a Bieber que llegó a vivir una temporada con él en la casa en Calabasas. En este mismo vecindario, por cierto, también vive la familia de Michael Jackson.
«La investigación está en curso y él (Bieber) no ha sido ni arrestado ni liberado por el momento», agregó Thompson, al detallar que el cantante de 19 años no había respondido preguntas y se remitirá a su abogado.
Respecto al «hueveo», el oficial dijo a los periodistas: «Es un delito mayor. Entiendo que fue hecho con huevos (y) eso les hace sentir que es menor (…), pero es un delito mayor, sin importar cómo se comete».
El crimen alcanzó esa categoría al superar con creces el límite de 400 dólares en daños, explicó, refiriéndose al cantante de «Baby» y «Never Say Never» como «el sospechoso».
De acuerdo a la ley de California, si Bieber es inculpado de vandalismo y hallado culpable podría enfrentar hasta un año de prisión y/o una multa de hasta 50.000 dólares. La eventual posesión de drogas, de confirmarse, sería un caso separado.
La policía de Los Ángeles ya está familiarizada con el joven por sus frecuentes infracciones de tránsito y escaramuzas con los vecinos.
Durante el último año, Bieber ha tenido comportamientos poco celebrados: afirmó que le habría gustado tener a Anna Frank entre sus fans, ha conducido su Ferrari a exceso de velocidad en barrios residenciales, orinó en un balde de limpieza de un restaurante y escupió a sus fans en Toronto, Canadá, desde el balcón de su habitación de hotel.
Además, su reciente gira sudamericana dejó una ristra de escándalos en Brasil, Argentina, Colombia y México, sobre todo vinculados a su afición a grafitear los hoteles donde se aloja.
AFP