La pretensión de los plagiarios era llevarse a la esposa del inversionista mirandino, tras irrumpir en su vivienda en Paracotos pero al percatarse que el niño estaba en el inmueble, cambiaron de rehén
Un fuerte hermetismo familiar se cierne sobre el secuestro de un jovencito de doce años de edad, plagiado la noche del pasado sábado, cuando compartía con sus parientes en su vivienda, situada en la localidad de Paracotos en el Estado Miranda.
Extraoficialmente se supo que Wilfredo Azuaje, propietario de la Churrasquería Pare Stop, ubicada en la Autopista Regional del Centro, a la altura de Paracotos, y socio del restaurante Oh Campo, ubicado en la misma arteria vial, compartía con un grupo de parientes en su residencia, cuando cinco sujetos, de mal aspecto y armados que salieron de la zona boscosa, irrumpieron al lugar y sometieron a los presentes, bajo amenaza de muerte.
Con el control de la situación, los hampones procedieron de inmediato a despojar a las personas de todas sus pertenencias; además sustrajeron de la casa una fuerte suma de dinero y varios objetos de valor.
Cuando se presumía que los antisociales huirían con el botín, el robo a la residencia se transformó en un secuestro, pues el quinteto hamponil manifestó sus intenciones de llevarse a la esposa de Azuaje como rehén. En ese momento el jovencito, le iba a preguntar algo a su progenitor y al decirle “papá”, los antisociales voltearon y dijeron: “ah, este es tu hijo” y optaron por llevarse al muchacho, no sin antes manifestarle al comerciante: “te llamamos para cuadrar lo del rescate”.
Los pillos huyeron en una camioneta Hilux, color beige, propiedad del comerciante con rumbo hasta el presente desconocido. A dos días del secuestro, los plagiarios no han contactado a familiares para establecer los términos de la negociación para liberar al muchacho.
Este caso se ha mantenido bajo hermetismo familiar y los parientes del muchacho no han notificado este hecho a los organismos de seguridad, por ser una de las exigencias de los plagiarios.
De manera extraoficial también conocimos que la camioneta sustraída por los secuestradores, fue abandonada en la ciudad de Caracas.
Huyendo de la inseguridad…
Por esas situaciones extrañas del destino, el niño secuestrado disfrutaba en familia del asueto decembrino en Venezuela. Su padre, en resguardo a su integridad y la de sus otros hijos, los mandó a todos a vivir a Bogotá, Colombia, considerando el grado de inseguridad que existe en el país.
Los familiares de este joven se han unido en cadenas de oraciones para que regrese sano y salvo a su casa.
MIP-TUY Agencia
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