Los obispos venezolanos dedicaron el año 2014 al médico José Gregorio Hernández (1864-1919), el cual está en proceso de beatificación y por el que existe una gran devoción popular en este país que se extiende también a sus vecinos.
Hernández fue un «cristiano ejemplar» y una de las personas «más conocidas y queridas de Venezuela», señaló hoy la Conferencia Episcopal en un comunicado en el que anuncia el programa de actividades para homenajearle con motivo de cumplirse en octubre próximo 150 años de su nacimiento.
Los obispos decidieron constituir una comisión nacional que se encargará de todo lo relativo al año de Hernández, que estará presidida por el cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, e integrada por varios obispos y personalidades del mundo académico, del gremio médico y universitario y de los medios de comunicación.
La comisión comenzará sus funciones el próximo 22 de enero, cuando se reunirá por primera vez en la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana y se mantendrá en funcionamiento por el plazo de un año.
«Será tarea de esta comisión promover y desarrollar actividades en torno a la fecunda vida del Dr. José Gregorio Hernández, y siempre en el marco religioso que se persigue, dentro del mundo educativo, cultural, profesional, comunicacional y eclesial», indica el comunicado.
José Gregorio Hernández (1864-1919) fue un médico y científico venezolano al que miles de sus compatriotas atribuyen el poder de hacer milagros y consideran un santo desde el mismo día de su muerte, atropellado por uno de los primeros vehículos que circulaba por Caracas a inicios del siglo pasado.
Sin embargo, su caso aún no ha sido reconocido como tal por la Iglesia católica, que evalúa desde hace años sus supuestas apariciones y curaciones milagrosas de enfermos dentro y fuera del país.
Hernández es representado en imágenes con su bata blanca de médico, lentes y un sombrero, imágenes presentes en muchos hogares venezolanos.
El presidente Nicolás Maduro, que considera a Hernández el «santo del pueblo», pidió al papa Francisco el año pasado que sea canonizado y en octubre anunció la construcción de un santuario en su honor con una inversión pública de 24 millones de dólares.
Precisamente en octubre Maduro anuncio que enviaba a la presidenta argentina, Cristina Fernández, una imagen del llamado «santo venezolano» para que la protegiera y la ayudara a recuperar su salud tras la operación a la que se sometió por un hematoma craneal.
Maduro también encomendó en público a Hernández la sanación de su antecesor en la Presidencia, Hugo Chávez, quien falleció en marzo pasado a consecuencia de un cáncer